miércoles, 24 de marzo de 2010

Cambio de ciclo en Sevilla

Se acabó el sueño de Manolo Jiménez al frente del Sevilla. Sueño que probablemente hace tiempo que se convirtió en pesadilla. Cuando un hombre que lleva toda su vida en el club, primero como jugador y luego como entrenador, sin duda dirigir al primer equipo es un sueño hecho realidad. Luego la realidad te da más de una y más de dos bofetadas.

Llegó Jiménez tras la "espantá" de Juande hace un par de temporadas. Cogió a un equipo tocado anímicamente y lo mantuvo a un buen nivel. Tras la salida del equipo de Alves, Keita y Poulsen consiguió un gran tercer puesto en Liga. Ese hito y la clasificación para la final de Copa de este año son sus mayores logros ya que no ha podido continuar con la racha de títulos que consiguió su predecesor en el banquillo sevillano, quizás si le hubieran dado tiempo hubiera conquistado la Copa del Rey.

A Jiménez siempre se le ha acusado desde cierto sector de la grada de entrenador defensivo y últimamente este pensamiento se había extendido entre toda la afición. Y es que los sevillistas se malacostumbraron con Juande a ganar y esperaban ese pasito más con Jiménez, ese luchar por la Liga, esos cuartos o semis de la Champions... ese saltito que por una cosa o por otra Jiménez no ha sabido dar. Siete partidos consecutivas sin ganar, un juego que no conseguía ilusionar y una eliminación sorprendente en Champions ante el CSKA han precipitado su salida.

Quiere Del Nido y todo el sevillismo que el equipo dé por fin ese salto de calidad que con este Madrid y este Barça parece más grande que nunca. Esperemos, por el bien de la Liga, que el Sevilla (y el Villarreal, el Valencia, el Atleti...) consiga darlo con su próximo entrenador.

martes, 23 de marzo de 2010

Messi a ritmo de Beatles

El inmortal cuarteto de Liverpool estaba en la cresta de la ola, en esa gloria en vida donde les tocaría vivir el resto de su existencia, cuando a John Lennon se le ocurrió poner a su grupo un peldaño por encima de Jesucristo en la tan cambiante escalera de la Fama. “Somos más famosos que Jesucristo” Supuso un terremoto religioso a nivel mundial; trajo vetos de conciertos, quemas de discos por parte de católicos – tan habituados a las hogueras- con poco sentido del humor, etcétera. El humo de las improvisadas barbacoas musicales no nubló la verdad: eran más famosos que Jesucristo. Pese a quien pese.

Viene esto a cuento por la comparación que últimamente se hace con Messi y Maradona; recordemos que este último también se sacó de la manga una religión con visos de perdurar en los próximos milenios: el fanatismo es genético. La única diferencia es que no es Messi quién osa compararse con El Diego, sino que somos nosotros, seres privilegiados por haber coincidido con el 10 del Barça, quienes planteamos el debate, nos hacemos preguntas e intentamos resolverlas con más o menos lucidez.
El fútbol moderno jamás se libra de las comparaciones. Es nuestra penitencia por disfrutar de un deporte desarrollado que, por mucho que nos vendan la moto los puristas, hoy, en el plano deportivo, es mejor que nunca. Recordemos que hace un año, el diario más leído en España, se preguntaba – pongo la mano en el fuego que retóricamente – si Robben era mejor que Messi. Me duele el pecho, la quijada y la mandíbula sólo de pensarlo. Hace quince días, incluso menos, debatíamos si Cristiano Ronaldo era mejor que Messi. Tras el partido de Zaragoza del pasado domingo, creemos que de momento ese debate está cerrado. ¿Lo próximo? Comparar a Messi con el mejor jugador de todos los tiempos. Lo más comentado en los debates y tertulias futbolísticas del mundo.

El único perjudicado en este debate es Messi. No sólo por la presión de ser argentino y que te comparen con Maradona, sino porque sabiendo cómo se las gastan los fanáticos de las distintas religiones que hay en el mundo, no es descabellado pensar en una quema de camisetas de Lionel en las calles de Buenos Aires.

Sólo el Mundial puede librarle del castigo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

¿La mejor liga del mundo?

Igual es que no somos tan buenos… Se nos llena la boca con eso de que tenemos la mejor liga del mundo, o que teníamos, que últimamente ya pocos creen que la Premier no es mejor que la Liga. La cuestión es que creemos que tenemos unos equipazos, que nuestra clase media es mejor que la del resto de Europa. Y por lo que parece no es así.

En Copa de la UEFA ya han quedado eliminados el Athletic y el Villarreal, los primeros contra el Anderlecht y los segundos contra el Wolfsburgo. Tanto el campeón belga como el alemán dieron un baño a nuestros representantes y no les concedieron ninguna opción de pase. Y Valencia y Atlético de Madrid tienen un pie fuera tras los partidos de ida de los dieciseisavos de final (no olvidemos que los colchoneros lo pasaron muy mal para quedar terceros en su grupo de la Champions en que pelearon con el APOEL chipriota). Villarreal, Valencia y Atlético se supone que son de lo mejorcito de nuestra liga, nuestra clase media-alta.

En Champions League no nos va mucho mejor, Real Madrid y Sevilla han quedado eliminados por el Olympique de Lyon y el CSKA de Moscú. Ni mucho menos de los grandes de Europa. Y todo esto a falta de lo que haga el Barça hoy, que juega contra un Stuttgart que maniató a los azulgrana durante la primera parte del partido de ida como no lo ha hecho nadie esta temporada.

¿Y en nuestra Liga que? Pues resulta que Madrid y Barcelona están a años-luz del resto. Incluso equipos como Mallorca y Deportivo están en plena pelea por jugar la Champions el año que viene. ¿Acaso alguien es capaz de pensar que cualquiera de esos dos equipos conseguiría hacer un papel digno de “la mejor liga del mundo” en Europa el año que viene? ¿De verdad alguien no cree que equipos como el Aston Villa, el Everton, el Wolfsburgo, el Werder Bremen, el Olympique de Marsella, por decir unos cuantos no punteros de sus ligas domésticas, no están por encima del cuarto o quinto de nuestra Liga? ¿Que no estarían por luchando mucho más de cerca con Barcelona y Madrid?

La Liga española necesita un poco de autocrítica puesto que cada vez vamos más hacia un modelo escocés de dos equipos potentes y para de contar. La brecha entre los dos grandes y los demás es muy grande, y no tanto por la gran mejoría de éstos, que también, sino porque el nivel del resto de los equipos de la Liga ha bajado mucho: Xerez, Zaragoza, Valladolid, Málaga, Tenerife, Espanyol, Almería, Osasuna, Racing, Athletic, Sporting, Getafe… Como diría Laporta pero al revés: ¡Al loro! ¡Que no estamos tan bien!