miércoles, 27 de febrero de 2013

Messi, Vilanova y otros asuntos culés

El otro día el Barça contra el Milan no salió a jugar. Pensó que, como hasta ahora, con tocar cortito y confiar en Messi ganarían. ¡Ni siquiera tocaron rápido! ¿Para qué? tenemos al mejor jugador del mundo, no necesitamos más. Pero resulta que Messi no está, resulta que Messi lleva bastantes partidos que no está. El argentino decidió hace un par de meses que para qué correr si le bastaba media zancada para meter un gol, o dos. Dejó de presionar, dejó de desmarcarse, dejó de buscar alguna ventaja, ya llegaría Iniesta o Cesc o Xavi y le harían un pase al pie, pared, doble pared y gol. Y así. Pero llegó el Milan, plantó el autobús y le puso a 4 tíos encima. Ni él ni nadie se movieron. No hace falta. Ganaremos. Somos los mejores del mundo.

Pero resulta que si el Barça no está al 100%, como cualquier otro equipo, no gana, o al menos no gana siempre. Y si su entrenador no está al 100% y, por desgracia, Tito no puede estarlo, el equipo lo nota. Lo nota muchísimo. Ni un solo cambio desde que está Roura en el banquillo. El Barça juega con el piloto automático puesto, y quizás eso te da para ganar en Liga el 90% de los partidos pero desde luego no te vale para jugar contra el Milan o el Madrid.

Guardiola y también Tito probaban cosas. Buscaban no estancarse, cambiaban aquí, cambiaban allí hasta que encontraban lo que funcionaba. Al cabo del tiempo, cuando ese cambio había dejado de funcionar, se inventaban uno nuevo. Con Roura eso no pasa.

Contra el Madrid ayer el Barça hizo todo lo que pudo, empezó bien, chutando desde lejos, intentando regates, moviendo más o menos rápido y aún así fue totalmente superado por los de Mourinho. Cristiano y compañía estuvieron absolutamente cómodos los 90 minutos, se jugó el partido que ellos querían y ganaron 1-3. Nadie del Barça supo hacer nada por cambiar el partido. Messi siguió estático en la frontal, Cesc siguió  desaparecido, Busquets estuvo superado por el centro del campo madridista, Piqué lento, Puyol y Pedro voluntariosos pero poco más. En fin, que si no cambian las cosas, si no hay alguien que decida que este no es el camino, que ya les han pillado el truco, este final de temporada pinta muy mal.

martes, 26 de febrero de 2013

Cosas de la Liga

Osasuna y la Real van al alza, el Málaga se desinfla, el Betis parecía que también pero la victoria ante sus paisanos malagueños les vuelve a dar alas. Levante y Rayo parece que también se vienen un poco abajo pero tienen mucho margen y la mitad de la tabla la hubieran firmado sin duda a principio de temporada. El Valencia y el Sevilla han mejorado mucho con el cambio de entrenador, en cambio el Depor y el Mallorca no consiguen levantar cabeza ni cambiando al inquilino del banquillo y el abismo está cada vez más cerca. Aunque han mejorado su juego en las últimas jornadas la suerte sigue esquivándoles. El Athletic sigue en su crisis particular que no se la sacuden desde que se enquistaron los temas Javi Martínez y Fernando Llorente. Granada y Celta pelearán hasta el final por la salvación, cada partido es un sufrimiento y cada punto arañado el premio a un esfuerzo titánico. Zaragoza vive tiempos de relativa tranquilidad aunque asomarse al precipicio no parece el mejor plan para hacerlo. En cambio Valladolid, Getafe Espanyol pueden mirar relajados por debajo suyo en la tabla, sobre todo los periquitos que estuvieron en el hoyo hasta que llegó Aguirre y les cambió la cara, y por qué no, principalmente los madrileños, pensar en cimas más altas. La tremenda temporada del Atleti simplemente queda eclipsada por este bipartidismo futbolero que nos inunda y que no debería ocultar que los de Simeone son segundos con un juego y una cantidad de puntos que ni podían soñar el año pasado cuando ganaron la Europa League. Y sí, Barça y Madrid también juegan pero como que no, los unos porque ya está todo ganado y los otros porque ya está todo perdido. Toca centrarse en otras batallas más duras.