lunes, 14 de julio de 2014

Mundial 2014. Fin

Antes del Mundial hice una apuesta que he fallado estrepitosamente, como casi todos los pronósticos futbolísticos que hago. He de decir que descubrí que se podía hacer más de una porra así que hice un par más, en una puse que ganaba Alemania y en la otra que ganaba España, con más corazón que razón, por supuesto. Al final, la que publiqué aquí, que se supone que era la buena, pues fatal... ¡pero una que no publiqué prácticamente lo he clavado!



De España ya hablé en otro artículo. De la final... pues diré que durante todo el campeonato apoyé a los alemanes excepto durante la final en que me rodeé de argentinos que me contagiaron su entusiasmo y sus ganas... Alemania fue justo vencedor si miramos el torneo pero creo que la final la mereció ganar Argentina. Una pena los errores de Higuaín y Palacio, una pena que Messi no estuviera más que 10-15 minutos (no se reservaba para el Mundial, simplemente está fatal ahora mismo). Pero me alegro porque Alemania es lo más parecido a España que había, porque han estado en finales y/o semifinales desde 2002, cambiaron su estilo al tiki-taken y han ganado con ello. Y como dijo un portugués una vez hace muchos años: No está mal ser segundos.

miércoles, 9 de julio de 2014

Vivir la Historia

Yo he pensado varias veces que he vivido momentos históricos, no era demasiado consciente de cuando cayó el muro de Berlín o la URSS pero estuve en las Olimpiadas de Barcelona'92 o en Plaza Catalunya cuando el 15-M (que no sé si será al final un momento histórico) y he vivido, sobre todo, muchos partidos memorables, que pasarán a los anales de la Historia del fútbol. Pero ninguno como el de ayer, que sí, que el 2-6 durará para siempre, como los varios 5-0 que se van metiendo Madrid y Barça de vez en cuando, España ganando un Eurocopa-Mundial-Eurocopa (confiemos en que se ganará algun gran torneo más) pero lo de ayer... el 1-7 de Alemania a Brasil es como haber vivido el Maracanazo, algo que todo el mundo recordará (además de los locales que son los que más se acuerdan de las Olimpiadas, el 15M o el Barça y el Madrid). Sí, sólo es fútbol, no se estudiará en los colegios dentro de 100 años pero dejadme creer que era Historia, así, con H mayúscula.

Brasil llevaba todo el Mundial apostando por la pasión, no por el fútbol. Apostaba por cantar el himno a capela, salir a morder y a intimidar pero nada más. No vamos a descubrir a Scolari ahora, es un entrenador defensivo, pero es que ha renunciado a cualquier cosa que sonara a fútbol en este Mundial. Ganó el de 2002 pero es que allí estaban Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho. Ayer jugaron Hulk, Fred y Bernard. David Luiz y Julio Cesar cantando el himno con la cara desencajada y mostrando la camiseta de Neymar como si fuera una reliquia de algún santo fue el máximo exponente de esa estupidez que había planteado Scolari: ganar el Mundial porque le ponemos más pasión y ganas que nadie. Y el fútbol, si fuera por ganas, podría ganar la Champions yo pero no es eso, es táctica, es técnica, es físico, es velocidad, es preparación. Y de todo eso Alemania tenía mucho más que Brasil. De hecho, Chile tenía más que Brasil pero tuvo mala suerte. Alemania supo que era lo que había que hacer, presionar a Luiz Gustavo y Fernandinho (dos jugadores eminentemente defensivos) para robar rápido, a partir de ahí abrir a la banda del lateral que no estuviera, normalmente Marcelo y luego llegar al área con todo. Y así llegó la exhibición, 5 goles en menos de media hora. Todos muy similares, robando, abriendo y rematando a placer. No estaba Thiago Silva y se notó. Se le vieron los descosidos a David Luiz, que sale a lo loco a interceptar y deja autopistas a su espalda (Mourinho lo vio y lo pasó al centro del campo para que hubiera quien recuperara después de esas idas de olla… y lo ha vendido con lacito y beso en cuanto ha podido). Se vio que Dante es limitadito. Se vio que Maicon está acabadísimo, al igual que Julio Cesar. Se vio que necesitas algo más que Luiz Gustavo, un jugador correcto, para tapar una banda con Lahm y Müller. Lo vio Joachim Löw pero no lo quiso ver Scolari. El técnico brasileño pensó que con cantar el himno bien fuerte es suficiente y se acabó la farsa de este Brasil. Han llegado a semifinales, que no es poco, pero desde luego no es suficiente. Como he leído por ahí… Lo de ayer es el resultado de haber cultivado durante más de una década Dungas, Cesar Sampaios, Klebersons, Emersons, Felipes Melos y Luiz Gustavos en lugar de Zicos, Sócrates, Toninhos Cerezos, Rivaldos y Ronaldos. Veremos si espabilan.