Hay muchas formas de disfrutar del fútbol. Los más deportistas lo practican de manera amateur o por pura diversión. Algunos de ellos consiguen hacer de ello su profesión (unos pocos afortunados). Otros lo convierten en una afición con ánimo de lucro, comenzaron con una quiniela y ahora tienen cuentas abiertas en tantas casas de apuestas como conocen. Hay gente que opina que, como en la tele, no se ve el fútbol en ningún lado. También hay quien prefiere ‘’bajar al bar’’, y convertirlo en una excusa perfecta para pasar un buen rato en compañía de sus amigos. Y, por supuesto, no nos olvidemos de los socios: Esos que pagan religiosamente la cuota anual y tratan de no perderse ni una cita de su equipo. Manta, pipas, bocata, abanicos y señas de su equipo tales como gorras, camisetas y/o bufandas son algunos de sus ‘imprescindibles’ para el fútbol. Entre ellos, hay una minoría no precisamente pequeña, de “locos por su equipo”. Dejando a los borregos a un lado cuya actitud e intención al acudir a un estadio de fútbol nada tiene que ver con este noble deporte, este grupo está conformado por gente, generalmente joven, que acude en masa a dejarse la voz (y el dinero) por su equipo. Juegue como juegue. Juegue contra quien juegue. Juegue donde juegue. Fútbol, viaje… y alcohol, suele ser su máxima.
Ni los socios ni los más forofos son, por el momento, una especie en peligro de extinción. Pero si la política de los que mandan en este deporte sigue por los derroteros actuales, puede que sí pasen a serlo. No es que vea a nadie preocupado por la posibilidad de que los campos tiendan a vaciarse, o que las peñas futboleras dejen de viajar, pero deberían fijarse en la economía de los clubes más pequeños y analizar la incidencia del fútbol en las arcas de la hostelería de las ciudades futboleras. Es una pequeña gran microeconomía la que mueve el fútbol.
Y es que, a estas alturas del partido, todos tenemos muy claro que el fútbol tiene muy poco de deporte y mucho de negocio. Qué les vamos a contar, si ya hasta los periodistas deportivos cobran unas sonrojantes y astronómicas cifras. Hace algún tiempo, no mucho, el fútbol era ya una fuente de ingresos desorbitados donde los futbolistas, señoritos de tres al cuarto, cobraban un sueldo que todos veían algo exagerado. Pero desde que entraron las televisiones, la publicidad, el interés común, la competencia de medios y los ídolos de un día, esto se ha desbordado. Y si a esa ya de por sí explosiva mezcla le sumas a José Luis Astiazaran dirigiendo a la LFP y a la vieja guardia mandando en la RFEF, esto se descontrola.
El afán recaudatorio es tal que ya se han vendido hasta las celebraciones de gol. Ahora, el goleador más original se llevará un premio metálico patrocinado por Burger King. Gracias a esta competición, que encumbra el buen fútbol y la deportividad, disfrutaremos de escenas divertidas, a buen seguro, pero también algunas otras humillantes para el rival. Y seguramente que más de uno se llevará la reprimenda de su entrenador, por buscar lucirse y ser carne de youtube antes que centrarse en el partido.
Una de las últimas de nuestros queridos es la de adelantar la jornada. Sí, estoy de acuerdo con las voces que alegan que los partidos a las 10 de la noche se hacen muy tardíos, sobre todo en inverno. Pero ese no es el motivo que les mueve a ellos. De hecho, los partidos a las 10 se seguirán jugando, pero también habrá otros a las 3 de la tarde, por ejemplo. ¿El motivo? El de siempre: las televisiones, en este caso, las asiáticas.
Sí, ya sé que en la Premier se juega a esas horas. Que sí. Pero, hasta donde sé, en Inglaterra, y otros países del norte de Europa, la vida social y laboral se anticipa bastante a la nuestra. O si no, empecemos todos a cenar a las 8 de la tarde, y cuando salgamos de fiesta, a las 2 de la madrugada todo cerrado. Y nada de siestas. ¿Y el trabajo? Todos fuera a las 5 de la tarde, pero eso sí, nada de ir a hacer la compra a las 9 de la noche, a esas horas, todos cenados en casa, delante del televisor, o en la cama. En esos países, la luz solar se acaba antes que aquí… ¿Se imaginan un Sevilla – Real Madrid, una tarde de junio, a las 15.00? De locos, ¿verdad? Con esos horarios, me parece que serán los partidos del norte de la península los que se adelanten…
Es como lo de poner el fútbol a última hora del viernes, o del lunes. Tele y más tele. ¿Y el socio? ¿A ese?, que le den. Total, algunos (no pocos) sólo se recorren 100 kilómetros un lunes a la noche, cansado tras la intensa jornada laboral, para ver a su equipo. Y claro, a las 12 de la noche, vuelta para casa, y al día siguiente a madrugar. O quizás le tenga que decir a su hijo que hoy no, hoy no vamos al campo que mañana tienes colegio y tienes que irte a la cama. Y que yo sepa, los clubes no te descuentan los partidos a los que no vas... Pero qué más da, si la televisión da más dinero que la taquilla. Al menos si te llamas Madrid, Barça, o LFP. La cuestión es tener, cada vez, más sacos en los que meter la mano.
Otra de las quejas más generalizadas entre aquellos a los que les gusta combinar fútbol y viajes es el escaso margen temporal con el que se fija los horarios de los partidos. Si dependes de un billete de avión, por ejemplo, la espera puede encarecerte el billete hasta el punto de privarte ir. Por cierto, que esto no pasa en la Premier, allí, desde el principio de la Liga se sabe qué día se jugará cada partido. Pero como eso no reporta dinero de más, parece que no nos interesa copiar.
Pero esto es sólo mi opinión. La opinión de alguien que disfruta del fútbol desde la butaca de un estadio, propio o ajeno, sentada o de pie, gritando o en silencio.
3 comentarios:
La Liga es el campeonato importante peor organizado del mundo. Es horrible, no se sabe, ya no a qué hora, sino qué día juegas hasta la semana anterior y ahora nos meten con calzador un partido los lunes a las 21h. Y encima eso, para que ganen dinero Barça y Madrid, que son los que realmente ganan pasta gansa con esto de la tele. Si tanto les gusta la Premier que lo copien todo: el calendario, el reparto del dinero de la TV...
Pero con estos directivos no podemos esperar nada más :S
"La Liga es el campeonato importante peor organizado del mundo". Amén.
De la Premier sólo quieren copiar aquellos aspectos que les permite seguir engrosando sus cuentas corrientes...
De todos modos, lo que más me indigna es lo poco que hacen los clubes 'pequeños' (los que apenas reciben parte del pastel) por proteger a sus socios...
SI un día el estadio está vacío, esos serán los que más pierdan.
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