Ni por supuesto Ramón Calderón es Florentino Pérez. Parece definitivo que Cristiano Ronaldo se queda en Manchester, el luso lo ha dejado claro tras una entrevista al diario Público de su país, en el que dice claramente que está harto de las especulaciones sobre su futuro – la mayoría de ellas fecundadas por él y por el diario Marca; éste último después de ver que lo de Cristiano por el Real Madrid no se confirmará tras la matraca del verano y sus seiscientas mil portadas, ha decidido que cuando viene es el año que viene, ahora sólo los más tontos se lo creen – y que quiere zanjar el tema explicando que no se mueve, que no le planta cara a Fergusson y que lo del Madrid, de momento, sólo es un sueño. Ya se escuchan algunas voces que hablan de que el Caso Cristiano Ronaldo no es más que la segunda parte de la novela de fichajes frustrados que intenta escribir Ramón Calderón. No estoy de acuerdo, la historia es muy distinta: Kaká jamás dijo que quería dejar el AC Milán y jugar en el Real Madrid, sólo comentó con la boca pequeña que ningún jugador despreciaría a un club como el blanco, mientras que Cristiano se ha hartado – y nos ha hartado - de decir que su sueño es jugar en el equipo de Concha Espina. En esta historia el presidente blanco ha actuado como tocaba, dada la facilidad de lo que parecía un fichaje claro, Ramón Calderón y su gente no quisieron mojarse y comentaban que es un jugador que interesa y que era él el que tenía que dar el paso y plantar cara a su actual club. Bien hecho, aunque no haya salido la cosa como se esperaba y, como Calderón – que sí tiene algo de Willy Fog – y la mayoría de madridistas, deseaban, nadie puede negar que la directiva merengue ha actuado de la mejor forma posible. Lo único que nos queda es pensar qué hubiera pasado si Florentino Pérez, el ser superior – palabras textuales de Emilio Butragueño – que vestía de blanco a los mejores jugadores del mundo, fuese el actual presidente del Real Madrid. De momento parece que el Real Madrid se ha centrado demasiado en el fichaje bomba del verano y ha dejado de lado refuerzos importantes para su plantilla – cosa que a Schuster no ha gustado ni un pelo -. Parece ser que sólo Van der Vaart reforzará a la actual plantilla campeona de liga.
Ayer el TAS, organismo que está por encima de la FIFA, dio la razón a los clubes en cuanto a que no tienen por qué ceder a sus jugadores menores de 23 años a las selecciones para disputar los juegos olímpicos. Según el TAS esa ley sólo es vigente para torneos que organiza la FIFA y como los juegos olímpicos es cosa del COI el TAS le da un varapalo a Blatter y compañía. Y eso último es lo que más me alegra, quizás lo único, de toda esta historia: por fin Blatter – el que llegó a llamar a Cristiano Ronaldo esclavo - se va a dar cuenta de que el único ser superior que hay sobre la faz de la tierra futbolísticamente hablando dirige una empresa constructora millonaria y ahora, seguramente, esté en su yate anclado en Puerto Portals. Huelga decir que Butragueño tendría que ponerse en contacto con el máximo dirigente FIFA para dejar claro este tema.
Por lo tanto Messi, si el Barcelona lo estima oportuno, debería abandonar la concentración con la selección albiceleste y ponerse a trabajar con Pep Guardiola para preparar la ida de la fase previa a la Champions League del próximo miércoles. Pero parece ser que no va a ser tan fácil. En este sentido estoy con Pep Guardiola – de nuevo el más sensato demuestra que sólo es visceral cuando rueda el balón – hay que hablar con el jugador para saber lo que él quiere, sabiendo que la razón la tiene el Barça. Guardiola sabe que una dependencia del equipo con Messi no es nada positivo, de ahí que jugar sin él el pase a la Champions, cosa que sería una inyección de confianza para los demás jugadores de la plantilla azulgrana. Creo que el Barça – quien todavía no hay declarado su postura oficial – debería dejar a Messi y centrarse en no tropezar en el primer partido oficial de Guardiola como entrenador. Dejar al jugador donde está, y no hacerle recorrer el mundo para jugar dos partidos con el Barça y cuatro, como máximo, con Argentina. Si lo que quieren es tener a un Messi en forma y sin cansancio acumulado que no le hagan volar desde China a Barcelona y viceversa en menos de dos semanas. Messi ya está con su selección, el Barcelona ha dejado claro que tiene la razón desde el principio y Guardiola, como se ha demostrado en los últimos partidos, tiene un equipo de jugadores valiosos aunque el 10 argentino no esté en el once. Mejor pensar en quién tienen y no en quién podrían tener y acabar descentrados y sin Champions.