Ya están Messi en Barcelona y Agüero en Madrid con sus flamantes medallas de oro después de ganar con Argentina el campeonato de fútbol de los JJOO, 1-0 ante Nigeria en la final tras eliminar brillantemente a la Brasil de Ronaldinho en semifinales.
Argentina eran los máximos favoritos y han cumplido con su papel. A los Agüero, Riquelme, Messi, Mascherano o Ustari hay que sumar el gran descubrimiento de los juegos, De María, que pertenece al Benfica y que después de completar un magnífico campeonato culminado con el golazo de la final es pretendido por todos los grandes de Europa. Parece que seguirá un año más en Portugal.
La decepción del torneo ha sido Brasil. No ha jugado bien y Ronaldinho no ha vuelto a ser el que era. Un equipo lento y previsible el de Dunga (al que no le doy mucho tiempo más al frente de la canarinha) que nunca se impuso con claridad en sus partidos y que en el primer partido ante un rival serio salió vapuleado pese a tener jugadores como Diego del Werder Bremen, Pato del Milan o Lucas Leiva del Liverpool.
Los JJOO han representado perfectamente el cambio de guardia en el Barça en una imagen para el recuerdo en la que Messi y Ronaldinho se abrazaban, con el brasileño abatido tras la dolorosa derrota en semifinales del torneo y el argentino consolando a su amigo.
Ahora Messi llega a Barcelona contento e ilusionado, satisfecho con el club por haberle dejado ir y con tiempo para descansar antes del comienzo de la Liga puesto que la eliminatoria contra el Wisla está ya resuelta.
Argentina eran los máximos favoritos y han cumplido con su papel. A los Agüero, Riquelme, Messi, Mascherano o Ustari hay que sumar el gran descubrimiento de los juegos, De María, que pertenece al Benfica y que después de completar un magnífico campeonato culminado con el golazo de la final es pretendido por todos los grandes de Europa. Parece que seguirá un año más en Portugal.
La decepción del torneo ha sido Brasil. No ha jugado bien y Ronaldinho no ha vuelto a ser el que era. Un equipo lento y previsible el de Dunga (al que no le doy mucho tiempo más al frente de la canarinha) que nunca se impuso con claridad en sus partidos y que en el primer partido ante un rival serio salió vapuleado pese a tener jugadores como Diego del Werder Bremen, Pato del Milan o Lucas Leiva del Liverpool.
Los JJOO han representado perfectamente el cambio de guardia en el Barça en una imagen para el recuerdo en la que Messi y Ronaldinho se abrazaban, con el brasileño abatido tras la dolorosa derrota en semifinales del torneo y el argentino consolando a su amigo.
Ahora Messi llega a Barcelona contento e ilusionado, satisfecho con el club por haberle dejado ir y con tiempo para descansar antes del comienzo de la Liga puesto que la eliminatoria contra el Wisla está ya resuelta.
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