jueves, 13 de diciembre de 2007

La esperanza del submarino

Uno de los jugadores que más ha sorprendido positivamente en este primer tercio de la temporada ha sido sin duda Giusseppe Rossi. El Villarreal vendió a Forlán al Atleti y miró en la misma dirección que cuando fichó al uruguayo, la siempre superpoblada delantera del Manchester United. Y allí estaba Rossi, estadounidense internacional sub-21 por Italia, que a sus 20 años no tiene hueco en la bien nutrida delantera de los diablos rojos. El año pasado llegó en diciembre a un Parma desahuciado y en 19 partidos marcó 9 goles que sirvieron al equipo emiliano para salvar la categoría.

Tras la llegada por 3 millones de euros de Forlán el Manchester United quiso sacar algo más de tajada así que el Villarreal tuvo que rascarse un poco más el bolsillo esta vez, casi 10 millones de euros les costó esta vez convencer a Sir Alex Ferguson. Una apuesta arriesgada de Llaneza, Pellegrini y Roig tanto por el precio como por la juventud y la poca experiencia en ligas competitivas, apenas medio año en la Premier con el Newcastle y otro medio en la Serie A con el Parma (equipo en el que se formó).

Y les ha salido bien, pero que muy bien. Siete goles había marcado Rossi hasta que cayó lesionado. Su baja, casualidad o no, ha coincidido con la racha negativa del equipo que de ser líder ha pasado a estar cuarto tras tres partidos consecutivos sin ganar. Pero ya está listo para volver ante el Getafe. El Villarreal lo necesita y él está dispuesto a ayudar al equipo marcando muchos más goles. Para mí, si le respetan las lesiones, un serio aspirante al Pichichi.

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