El Valencia ha vivido en los primeros años de este siglo XXI su época más gloriosa: dos subcampeonatos de Champions con Cúper, la segunda perdida en una agónica tanda de penaltis ante el Bayern de Munich, una Copa del Rey con Rainieri y una Supercopa, también con el argentino, dos Ligas con Benítez, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa, también con Benítez. Un palmarés envidiable y no tan fácilmente repetible como parece que quieren en Valencia.
El cambio de ciclo ha llegado bruscamente, a mitad de temporada. Juan Soler estaba dispuesto a liderar, como presidente, ese cambio. Para ello decidió apostar por Ronald Koeman para la temporada 2008-2009 pero los acontecimientos se precipitaron. Soler apostó por Quique Sánchez Flores en detrimento de Carboni para esta temporada (una decisión que ha resultado totalmente equivocada) pero el técnico madrileño no respondió a lo que se le pedía, buen juego y resultados. Obtenía lo segundo y sólo a veces. Quique es un entrenador sin la ambición necesaria para un grande, parece incapaz de inculcar a sus jugadores esa vuelta de más que hace falta para ganar los grandes partidos, con planteamientos ultradefensivos y conservadores da siempre la sensación a su propio equipo de que es un inferior al rival. El año pasado le valió para superar, in extremis, la eliminatoria ante el Inter pero no para vencer a un equipazo como era el Chelsea de Mourinho cuando tenía una plantilla de muchísima calidad.
Tras la debacle en Trondheim Soler decidió despedir a Quique y adelantar sus planes trayendo ya a Koeman a pesar de que la clasificación para octavos era factible y del cuarto puesto en Liga que ostentaba el Valencia. Koeman es un entrenador con un estilo de juego totalmente diferente y tras una época gloriosa en que el club se ha caracterizado por una forma de jugar más bien defensiva (Rainieri, Cúper, Benítez, Quique Sánchez Flores) ha sido un cambio demasiado radical. Los jugadores, que han pasado a tener que jugar al toque con un 4-3-3 que no habían formado nunca deambulan perdidos por los terrenos de juego. El centro del campo se cae a pedazos ante una ligera presión, la defensa ha perdido toda su solidez y la delantera no es capaz de hacer goles (han batido el récord de minutos sin marcar). Koeman tiene mucho trabajo por delante y de momento, después de 8 partidos (1 victoria, 3 empates y 4 derrotas) no se ve una mejoría respecto a lo que ofrecía Quique. Antes al menos se ganaba, ahora ni se juega ni se gana.
Esta semana Ronald Koeman y Jose Mari Bakero decidieron cortar por lo sano y comunicaron a Albelda y Cañizares que no volverían a contar con ellos, que se buscaran equipo en diciembre. Cañizares ya ha dicho que, con 38 años, quizás sea momento de retirarse y Albelda, de 30, mantiene la ilusión de llegar a la Eurocopa (es un fijo con Luis Aragonés) y por eso parece que Italia (la Juve de Rainieri) o Inglaterra (el Tottenham de Juande) pueden ser sus destinos. Angulo también ha sido avisado de que no va a contar para los técnicos pero parece que el asturiano no tiene intención de abandonar el club.
Ayer tanto Cañizares como Albelda se despidieron en rueda de prensa. Albelda no pudo contener las lágrimas en el momento de su adiós y es que ha pasado toda su vida en el club y es uno de los jugadores más queridos por la afición.
Podemos y debemos criticar las formas, a media temporada no parece el mejor momento para acabar con algunos de los símbolos del equipo los útlimos años pero no el fondo. Ya insinuamos que el ciclo de este Valencia victorioso parecía haber llegado a su fin y que era el momento de cortar por lo sano. Parece ser que tras la decisión de no contar con Albelda, Angulo y Cañizares hay algo más que motivos deportivos y es que la influencia de estos jugadores en el vestuario era muy grande y según Koeman y Bakero, perjudicial para el club. El Valencia tiene jugadores jóvenes y talentosos para sacar esto adelante y acabar la temporada de forma más que digna (no olvidemos que sólo está séptimo a un punto de UEFA), gente como Sunny, Mata, Albiol, Zigic, Fernandes... deben dar un paso adelante y demostrar que tienen el nivel suficiente para vestir los colores del Valencia CF. Koeman ya ha dado el suyo.
El cambio de ciclo ha llegado bruscamente, a mitad de temporada. Juan Soler estaba dispuesto a liderar, como presidente, ese cambio. Para ello decidió apostar por Ronald Koeman para la temporada 2008-2009 pero los acontecimientos se precipitaron. Soler apostó por Quique Sánchez Flores en detrimento de Carboni para esta temporada (una decisión que ha resultado totalmente equivocada) pero el técnico madrileño no respondió a lo que se le pedía, buen juego y resultados. Obtenía lo segundo y sólo a veces. Quique es un entrenador sin la ambición necesaria para un grande, parece incapaz de inculcar a sus jugadores esa vuelta de más que hace falta para ganar los grandes partidos, con planteamientos ultradefensivos y conservadores da siempre la sensación a su propio equipo de que es un inferior al rival. El año pasado le valió para superar, in extremis, la eliminatoria ante el Inter pero no para vencer a un equipazo como era el Chelsea de Mourinho cuando tenía una plantilla de muchísima calidad.
Tras la debacle en Trondheim Soler decidió despedir a Quique y adelantar sus planes trayendo ya a Koeman a pesar de que la clasificación para octavos era factible y del cuarto puesto en Liga que ostentaba el Valencia. Koeman es un entrenador con un estilo de juego totalmente diferente y tras una época gloriosa en que el club se ha caracterizado por una forma de jugar más bien defensiva (Rainieri, Cúper, Benítez, Quique Sánchez Flores) ha sido un cambio demasiado radical. Los jugadores, que han pasado a tener que jugar al toque con un 4-3-3 que no habían formado nunca deambulan perdidos por los terrenos de juego. El centro del campo se cae a pedazos ante una ligera presión, la defensa ha perdido toda su solidez y la delantera no es capaz de hacer goles (han batido el récord de minutos sin marcar). Koeman tiene mucho trabajo por delante y de momento, después de 8 partidos (1 victoria, 3 empates y 4 derrotas) no se ve una mejoría respecto a lo que ofrecía Quique. Antes al menos se ganaba, ahora ni se juega ni se gana.
Esta semana Ronald Koeman y Jose Mari Bakero decidieron cortar por lo sano y comunicaron a Albelda y Cañizares que no volverían a contar con ellos, que se buscaran equipo en diciembre. Cañizares ya ha dicho que, con 38 años, quizás sea momento de retirarse y Albelda, de 30, mantiene la ilusión de llegar a la Eurocopa (es un fijo con Luis Aragonés) y por eso parece que Italia (la Juve de Rainieri) o Inglaterra (el Tottenham de Juande) pueden ser sus destinos. Angulo también ha sido avisado de que no va a contar para los técnicos pero parece que el asturiano no tiene intención de abandonar el club.
Ayer tanto Cañizares como Albelda se despidieron en rueda de prensa. Albelda no pudo contener las lágrimas en el momento de su adiós y es que ha pasado toda su vida en el club y es uno de los jugadores más queridos por la afición.
Podemos y debemos criticar las formas, a media temporada no parece el mejor momento para acabar con algunos de los símbolos del equipo los útlimos años pero no el fondo. Ya insinuamos que el ciclo de este Valencia victorioso parecía haber llegado a su fin y que era el momento de cortar por lo sano. Parece ser que tras la decisión de no contar con Albelda, Angulo y Cañizares hay algo más que motivos deportivos y es que la influencia de estos jugadores en el vestuario era muy grande y según Koeman y Bakero, perjudicial para el club. El Valencia tiene jugadores jóvenes y talentosos para sacar esto adelante y acabar la temporada de forma más que digna (no olvidemos que sólo está séptimo a un punto de UEFA), gente como Sunny, Mata, Albiol, Zigic, Fernandes... deben dar un paso adelante y demostrar que tienen el nivel suficiente para vestir los colores del Valencia CF. Koeman ya ha dado el suyo.
3 comentarios:
La copa del rey la gano Rainieri...
La han cagado, Soler es Gil pero sin cara dura y con cara de cerdo. Y si, seguro que el ciclo se habia terminado pero las formas... asi no se despide a tres de los jugadores clave que hicieron al valencia más grande de todos los tiempos. ¿Os imaginais a Raúl e Iker Casillas echados de esa forma? ¿A Maldini y Pirlo? ¿A Terry (Chelsea)? ¿A Roy Keane, el gran capitán del Manchester echado de esa forma tan rastrera? Se han equivocado, y creo incluso que es un problema de cultura y modales, más allá de los lios que pudieran tener estos 3 tios han estado cerca de una decada dando titulos y dejandose la piel. Estos si son de los que se podian besar el escudo con la cabeza bien alta no como Ayala, Romario o mil ejemplos más.
coincido con casshern en todo. me parece indigno echar a tres jugadores que han dado su vida profesional por el equipo. no son formas, a media temporada.
Quizás llegó al vestuario y vio que estos tres jugadores eran el cáncer del equipo. Quizás llegó al vestuario y vio que si quería hacer algo esta temporada tenía que echarlos lo más pronto posible. Quizás se le estaban subiendo a las barbas los jugadores y tuvo que dar un golpe encima de la mesa para demostrar su autoridad. No lo sé, sólo quizás.
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