Ronald Koeman debutó ayer como entrenador valencianista. Lo hizo en un partido trascendental de Champions, necesitaban ganar los chés para mantener sus opciones de pasar la liguilla intactas después del pinchazo en Trondheim.
El Rosenborg llegaba a Valencia con la sensación del deber cumplido con su victoria en casa ante el Valencia y el empate contra el Chelsea en Stanford Bridge y con la ilusión de conseguir la clasificación, algo totalmente inesperado en un grupo con Chelsea, Valencia y Schalke 04 y después de que su entrenador fuese destituido tras el último partido europeo y haber quedado séptimos en su liga. El Valencia con los nervios por la situación del club, con la llegada del nuevo entrenador y con el agua al cuello en la liguilla. Partido complicado pero en el que a priori los españoles eran claros favoritos ante los noruegos.
0-2 para el Rosenborg y el Valencia que prácticamente dice adiós a los octavos de final de la Champions. Las iras del público, una vez destituido Quique se dirigieron hacia el palco y es que la situación del club es altamente preocupante. Koeman acaba de llegar y no se le puede pedir que el primer día lo arregle todo pero ante un partido tan importante la inmensa calidad de los jugadores y sus ganas deberían haber bastado para ganar al Rosenborg. Y para colmo lesión de Morientes justo cuando acaba de reaparecer Villa. El Valencia necesita ganar los dos partidos que quedan y que el Rosenborg falle, parece complicada hasta la tercera plaza del grupo que da acceso a la UEFA, eso sí, si gana sus partidos (Chelsea fuera y Schalke en casa), la tiene asegurada.
La gestión de Juan Soler está siendo muy criticada en Valencia, los fichajes de Manuel Fernandes, Zigic, Helguera, Alexis, Hildebrand, Sunny, Mata, Arizmendi y la vuelta de Caneira no han convencido a la parroquia valencianista que esperaba una estrella de primer nivel y que no pudo concretarse por falta de dinero. Precisamente eso se critica desde Valencia, Sneijder, Källstrom y algunos otros mediapuntas de nivel en Europa no llegaron por las limitaciones económicas del equipo y se reprocha a la directiva que no haya hecho el esfuerzo. Ahora mismo, cuando no juega Baraja, el equipo no tiene ninguna creatividad en el centro del campo y Villa, Morientes, Joaquín y Silva han de hacer la guerra por su lado, sin nadie que les surta balones. La defensa, tras la marcha de Ayala no se está mostrando tan segura como otros años y eso que Albiol, Helguera, Miguel, Moretti, Alexis... son jugadores de calidad contrastada.
Algo ocurre en orillas del Turia y cuesta ver una solución a esta situación tan complicada, ¿cambio de junta? ¿final de ciclo de jugadores como Albelda, Cañizares, Angulo, Baraja...? Esperemos que Koeman encuentre la clave y permita al Valencia olvidar sus problemas y luchar por la Liga y, al menos, por la UEFA.
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