jueves, 13 de noviembre de 2008

El penalti de Messi y la renovación de Xavi

Yo si fuese Guardiola también estaría irritado con Messi. Y no sólo porque a Messi le apetezca ver el debut de Diego Armando Maradona al frente de la albiceleste en Glasgow cuando éste dio permiso para que el barcelonista descansara, no; sino por la actitud de Messi ayer en el campo. Seguramente hoy, el bueno de Pep, se arrepienta de no haber hecho el cambio de Pedrito por Messi noventa minutos antes – Pedrito salió casi en el tiempo de descuento –. Primero porque en partidos como ayer es cuando tiene que contar uno con los canteranos que normalmente no juegan o no tienen demasiadas oportunidades. Lo hizo el Valencia, sacando a un buen puñado de canteranos sabiendo que el Portugalete lo tenía casi imposible. Apareció Michel, una perla de la cantera ché, y marcó. Incluso el Real Madrid sacó a Bueno y marcó otro golazo.

Repito, me hubiera gustado que Pepe hubiera dejado en el banquillo a Lionel Messi. Y no pensaba lo mismo antes de empezar el partido: un aficionado siempre está encantado de ver al 10 blaugrana, sea contra el Benidorm o contra el Bayern de Munich. Pero vista la actitud mostrada por el azulgrana, hubiese estado mejor dejarlo en la grada. ¿Exagerado? Puede ser. Pero el penalti que tiró me sirve como ejemplo. En primer lugar y más importante, ese penalti lo tira l’avi del Barça - ¡qué gran hombre! – y lo hubiese tirado mucho mejor: flojo, sin ganas y a metro y medio del centro de la portería. Penaltis así sólo entran si tienes la suerte de que el portero no te lo adivine. Y lo adivinó; y Messi, que vio como Caballero lo paraba, dio dos pasitos, se paró, y al ver que el portero no reaccionaba a tiempo volvió a arrancar con esa potencia insuperable y acabó metiendo el gol. Otro no llega. Penoso penalti y, lo que es más preocupante, penosa actitud. Y a estos jugadores no conviene sólo darle besitos en la boca cuando lo hacen bien, sino ya sabemos lo que pasa.

Malas noticias en cuanto a la dichosa renovación de Xavi Hernández. Al parecer no se ponen de acuerdo las dos partes. Xavi quiere cobrar como lo que es, un crack mundial, el director de la orquesta blaugrana y el mejor jugador de la Eurocopa de este año. El Fútbol Club Barcelona dice que no, prefiere pagarle la nómina de crack a Henry que a Xavi. Incomprensible, cuanto menos. Juegan con fuego. Los mejores clubs del mundo están al tanto y se frotan las manos. El galimatías puede tener dos soluciones: que venza el sentimiento blaugrana de Xavi o que los representantes blaugranas que negocian con él tengan dos dedos de frente.

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