Ziganda repite un año más al frente del equipo navarro con el mismo objetivo que siempre: salvar la categoría. Y en eso está. Osasuna no tiene dinero para hacer grandes dispendios y tiene que arriesgar con los fichajes, unas veces sale bien y otras no, pero en un club pequeño es lo que hay. Este año la apuesta ha sido realmente exótica, un iraní que se une a su compatriota Nekouman que puso la misma nota exótica el verano pasado. Masoud es un centrocampista de calidad que ya ha demostrado en los pocos partidos de Liga que llevamos que puede ser importante en el equipo.
En la portería sigue Ricardo aunque con 37 años ya parece que su salida del equipo titular llegará más pronto que tarde, su relevo ha de ser Roberto, portero héroe en Gijón que llegó libre este verano. En defensa las novedades son Roversio y Tiago Gomes, apuestas arriesgadas ambas, sobretodo la de Tiago, un jugador joven todavía por hacer. En el centro del campo, además del citado Masoud, un húngaro, Vadocz procedente de la liga holandesa y Sunny, del Valencia vienen ayudar a los clásicos ya Puñal, Juanfran o Delporte. Para la delantera un único fichaje: Ezquerro, que viene a completar una delantera bastante interesante con Dady, Portillo, Pandiani y Kike Sola.
Paradójicamente, la linea atacante, que parece la más brillante del equipo es la que está fallando este comienzo de temporada y es que a Osasuna le cuesta un mundo hacer gol. Es de esperar que sea algo momentáneo y que pronto empiecen a llegar los goles. Por otra parte, la solidez defensiva es total y es por eso que suma ya 4 empates en 5 jornadas. El equipo va a sufrir, como sufrió el año pasado pero tienen plantilla para salvarse, eso sin contar las típicas sorpresas canteranas de cada año, quizá este año sea el de Jokin Esparza o la confirmación de Azpilicueta...