miércoles, 3 de septiembre de 2008

El desencanto del entorno

En sólo una década he visto de todo en el fútbol. He visto a un Manchester levantar la Champions league tras ganarla en apenas cinco minutos remontando un gol en contra. He visto a un Barça meterse en el último minuto en Champions con una genialidad de Rivo de fuera del área. He visto al Sevilla meterse en cuartos de la Uefa con gol de cabeza de su portero Palop. He visto a un equipo nuevo como el de Rijkaard hundido en la cola de la liga y en la segunda vuelta terminar segundo con una gran machada. He visto un Bayer – Getafe con una prórroga de infarto. He visto a un Madrid remontar el vuelo en liga gracias a la moral de todo un equipo. He visto a todo un Liverpool remontar en una final de Champions un 3-0 en contra ante el todo poderoso Milan. He visto a un Raúl oscuro y lúgubre resurgir de sus cenizas a lo ave fénix. He visto todas aquellas cosas que cualquier persona podría calificar ciertamente como inverosímil.

El FC Barcelona, un club sumido desde hace dos años en crisis deportiva, ha inaugurado su casilla quinielística con una derrota ante un rival recién ascendido como el Numancia. Ocasiones hubo sí, pero también las hubo en más de la mitad de partidos en los que el año pasado se dejaron escapar muchos puntos, esos partidos en los que se pierden ligas, Champions o Copas .También fue el dueño del esférico en todo momento, como el año pasado pero, ¿de qué sirve eso si no es para sumar? .

Las expectativas establecidas por la prensa sobre el nuevo entrenador se van desvaneciendo. Ya sabemos, del amor al odio hay un paso y el barcelonísmo sufre la psicosis de revivir pesadillas pasadas. El entorno ciertamente es muy exigente pero, ¿qué club del mundo con la actual plantilla permitiría desechar tanta calidad y tanto fútbol por el retrete?. Desaprovechar está plantilla es hacerle daño al fútbol.

Culpables lo son todos, ya no es cuestión de buscar una cabeza de turco (por lo que parece ahora son: Henry –en el cual veo cierta mejoría- , Guardiola y Laporta). La gente se impacienta, el nerviosismo es constante y es que lo que más ha calado no son los tres primeros puntos perdidos en Soria, si no las eruptivas semejanzas de juego entre el equipo del holandés y el de Santpedor, mismos vicios, mismos defectos, misma suerte. Tantas similitudes asustan al socio, al aficionado, a los amantes del fútbol y si bien el índice de exigencia es demasiado alto, lo veo totalmente comprensible. Nos encontramos en el mismo punto en que el año pasado pensamos “hay que darles tiempo” o “llegará el día en que empiecen a jugar bien, vayan cogiendo confianza y nadie los pare”, ambas cosas nunca llegaron si no todo lo contrario.

Hablar del futuro es hablar de suposición, hablar de algo incierto, de especular y en muchas ocasiones hablar del futuro evidencia a muchas personas o mancha su intelecto de una u otra forma, pero el presente más cercano, el que vivimos es este, el de Cracovia, el de Soria y parece normal que afloren en el ambiente ciertos temores. Las cosas no han cambiado y nadie desea vivir otro clásico para llorar o otro año en blanco de ilusiones truncadas. El club va perdiendo jerarquía, ya ven con los blancos, lo que cuesta recuperarla…

¿Quién sabe lo que depara el futuro blaugrana? ¿Quizás algo que añadir a las historias inverosímiles del primer párrafo?, ¿quién lo sabe?... ahora mismo el presente es este y el que menos tiene la culpa es una afición desaliñada por las circunstancias.

Puede pasar cualquier cosa.

7 comentarios:

Toni Rajo dijo...

De acuerdo, nadie sabe que depara el futuro, entonces, ¿por qué pensar en lo peor? Ya lo dije en una entrada, me parece tan absurdo el optimismo desorbitado como el pesimismo galopante. El presente no aconseja desesperarse, esto sólo acaba de empezar, es sólo un partido, el primero – con más motivos – así que me parece que ese pesimismo es exagerado. Como la mayoría de cosas que pasan en el entorno. Exagerado e inútil. Si hay que ponerse en algo, pongámonos en lo mejor, hay tiempo para ir cayendo poco a poco, quedan muchos partidos para ir creciéndonos o encogiendo.

Y eso sin hablar del escollo que supone para el equipo ver que ya ha defraudado a la afición noventa minutos después de empezar la carrera.

Después de la segunda jornada de liga todo será diferente, acuérdate.

Toni Rajo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kerouac Riot dijo...

Bueno, si bien tengo que reconocer que no me considero una persona optimista y que quizás eso condicione un tanto mi punto de vista, un punto de vista que de momento se pierde entre una asentada bruma por los actos del pasado. No descarto vislumbrar una resurrección, claro que no, pero han cambiado tan poco las cosas que, remitiéndome al
anterior legado, poco me hace creer en ello. Me convendría leer más a menudo mi primer párrafo de la entrada... es cierto.

Hoy por hoy siguen buscando una tónica diferente, aunque está siendo tremendamente difícil de salir de la de antaño. Se llegará a conseguir, todo son ciclos, la cuestión es cuando y si será demasiado tarde.

La segunda jornada- En el campnou se ganará, puede que de goleada, estoy seguro, pero hasta que se no se ganen a equipos de gran calibre y fuera de casa con contundencia no voy a ir ganando en optimismo.

"Aprende del pasado para poder pronosticar el futuro", ¿será este el caso?.

Toni Rajo dijo...

Aprende del pasado pero que éste no sea un impedimento para el futuro.

No estoy de acuerdo en que las cosas no han cambiado, no sé si te refieres a la actitud o al equipo. Si es a esto último podemos hablar de la limpieza de vacas sagradas tremendamente aposadas y acomodadas o el cambio de entrenador con dos estilos de trabajo muy distintos.
Hay una tendencia a pensar que todo sigue igual, aunque se haya creado un grupo de trabajo distinto con muchas bajas y altas en comparación con otros equipo- Real Madrid, por ejemplo -. Es un equipo semi-nuevo y tiene que buscar su estilo, coger horas de vuelo y con el tiempo valorar la actitud. En mi opinión - ya lo he dejado claro - hay que darle una oportunidad a este equipo. Por lo menos la primera.

Kerouac Riot dijo...

De los malos vicios y defectos nuevamente detectados a día de hoy… claro que no me refiero al plan de entrenamiento o la actitud de los jugadores. Me refiero a factores en el campo como: entrar insistentemente por el centro, tener el balón y al perderlo sufrir y recibir un gol en contra, ser incapaces de superar a un rival cerrado atrás, muchas ocasiones y falta de gol, falta de fluidez en el juego, contras lentas, lagunas en defensa… a todo eso me refiero. Los 11 alineados son los mismos que el año pasado (-1) y aunque haya cambiado el sistema y deban acomodarse a él (que de momento la táctica y resultado final van en paralelo con el año pasado) deberían entenderse algo mejor en el campo.

Guardiola tiene mi confianza, sólo digo que entiendo tanto pesimismo en el entorno, otra cosa es el catastrofismo de la prensa pero, las cosas, hoy por hoy no están bien.

Toni Rajo dijo...

Es que las cosas simplemente no están, ni bien ni mal, no hay tiempo a que estén, y el único dato que tenemos es positivo: en la pretemporada no estaba asegurada la plaza de Champions y desde hace una semana sí lo está.

De momento no hay más, y estarás conmigo que hacer una valoración al juego del Barça con sólo tres partidos oficiales es precipitado.

Kerouac Riot dijo...

El único dato que sabemos es que se cumplió con la obligación de ganar una eliminatoria contra un equipo infinitamente inferior.Se le goleó en casa y se perdió fuera... los monótonos problemas del año pasado.

Las cosas estarán o no estarán pero el juego es exactamente el mismo por el que se perdió todo. Esa es, ahora mismo la realidad.

Veo necesario y positivo entrar en valoraciones, valoraciones que puede que queden en ciertas hipótesis, aun no hay que darle demasiada importancia.Ahora mismo de hacer una valoración objetiva, lo único que puede decirse es que todo sigue igual.

En estos 3 partidos ¿realmente podemos encontrar algo a lo que agarrarnos que nos invite a vislumbrar un cambio (en cuanto a progreso positivo en el juego)?. La respuesta es evidente: No.

Otra cosa es el margen que uno quiera darle al equipo, pero ahora las cosas están así y unos son más optimistas y otros más pesimistas.