Para muchos barcelonistas este será para siempre el año del triplete. El año histórico en que ganamos liga, copa y champions. El año en que por fin podremos chulear de que tenemos algo en más cantidad que el Madrid: tripletes.
Para mí, sin embargo, es el año del 2-6.
La Copa del Rey la viví solo en casa, y la verdad es que, para una persona normal, con una vida normal, debe haber pocas cosas más tristes. Metía gol el Barça, lo celebraba, miraba a mi alrededor y allí estaba el cojín, el sofá, la tele y el Bender que me regalaron para mi cumple el año pasado. 4-1, sí, contra un Athletic crecido, victoria jugando a FÚTBOL, ganando bien, jornada para celebrar, pero en mi soledad se quedó en poco.
La Champions sí la viví en compañía, con colegas, disfrutando del partido, viendo rabiar a Cristiano, disfrutando del juego y de los goles, chocando las manos cuando marcaba el Barça, brindando por los goles. Con colegas, disfrutando sí pero... Pero no sé, no sé qué faltó, quizás sobró euforia (y eso que yo creía antes del partido que perderíamos), quizás sobró superioridad, faltó épica como en la Champions de 2006, no sé que pasó pero no recordaré esta Champions como recuerdo la final contra el Arsenal.
Mi primer recuerdo vivo futbolístico fue la Copa de Europa contra la Sampdoria, tenía 11 años, no vi el partido en directo, pero recuerdo vivamente la sensación al levantarme al día siguiente y comprobar que habíamos ganado, recuerdo ver el partido grabado esa misma tarde al volver del cole. Después de eso, que es un recuerdo aislado, recuerdo como fan del fútbol las ligas de Tenerife, el 5-2 al Sevilla y la victoria de los isleños, el casi-autogol de Rocha (no sé si mezclo años) y sobretodo dos cosas: el penalti de Djukic, me salí a la terraza para no verlo, cuando mi hermano gritó desde el salón que el serbio había fallado estallé de alegría, nunca antes había celebrado un título así, me había convertido en un hooligan del Barça, de los de verdad. La segunda cosa que recuerdo es el mundial de USA'94, la eliminación a manos de Italia, la rabia que me inundó. En aquel momento me había convertido en un hooligan de España, de los de verdad.
Hace menos de un mes, 17 años después (eso es que ya soy viejo), viví seguramente, si no la mayor, una de las mayores alegrías futbolísticas de mi vida. 6 goles 6 en el Bernabéu. Estaba en la Romeria de mi pueblo (debo un artículo en mi blog sobre ello) por segundo año consecutivo. Increíblemente convencí a dos colegas, uno de Granada y otro de Barcelona, bueno, de Hospitalet que si no se enfada, para que me acompañaran a la Romería de la Virgen de la Estrella de Navas de San Juan. Allí estábamos, en una carpa que hace las veces de discoteca durante la fiesta con una pantalla gigante, calculo yo que unas 200 personas, calculo yo que 100 del Barça y 100 del Madrid (a pesar de Laporta y su aborrecible independentismo el Barça tiene mucho tirón fuera de Cataluña), esperando, confiando en la victoria de los de Pep, el Madrid venía moralmente a tope pero este Barça es este Barça. Gritamos, animamos como el que más, de hecho, luego me dijeron que las gente nos miraba y nos reconoció después del partido por los gritos que dábamos. Y marcó el Madrid, no pasa nada, esto está ganado (o no) y nos encomendamos a la Virgen de la Estrella... y el Barça no sólo remontó sino que marcó 6, cada gol era una victoria, cada gol era una Champions, una Copa, una Liga, cada gol era una bofetada en la cara del Madrid, en cada una de sus 9 Copas de Europa que probablemente nunca alcanzaremos, en cada una de las 31 Ligas que probablemente nunca conseguiremos. Cada gol sabía a gloria, y metimos 6.
Este año no es el del triplete, el del mejor equipo del mundo, este año no es el de Pep. Este año, para mí, es el del 2-6.
sábado, 30 de mayo de 2009
jueves, 28 de mayo de 2009
Liga, Copa y Champions
Me ha costado decidir el título del artículo y es que no caer en los topicazos habituales de "gladiadores", "emperadores", etc. que vienen rápidamente a la cabeza tras ganar la Champions League en Roma es difícil.
Ganó el Barça de Messi al Manchester United de Cristiano Ronaldo, ganó el Barça de La Masia, de la cantera al Manchester United del talonario y del saber fichar, porque hay que tener pasta pero fichar a Cristiano Ronaldo con 18 años, a Vidic del Spartak de Moscú o a Van der Sar con 35 años del Fulham no es fácil, ahora, fichar a Rooney, Ferdinand, Tévez o Carrick es más fácil si eres el club más rico del mundo. El Barça, en este 2009 apostó por la cantera, lleva muchos años haciéndolo pero este año aún más si cabe, empezando por el entrenador, magnífico y nunca suficientemente valorado Pep Guardiola, uno de esos entrenadores que pasarán a la Historia del club a la altura de Helenio Herrera o Johan Cruyff (si no por encima). Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta y Messi fueron titulares ayer en la final más importante de la Historia del Barça, la final del triplete. Y también jugó Pedro.
Siete titulares formados en La Masia, 3 jugadores de nivel mundial como Toure, Eto'o y Henry y un jugador de esos que no se pagan lo suficiente en un vestuario de alto nivel, un veteranísimo Sylvinho que en prácticamente único partido de la temporada de verdad que ha sido titular cumplió de forma brillante. Este Barça que juega de maravilla y que es prácticamente imparable ha conseguido un triplete único en el fútbol español hasta la fecha es un Barça CULÉ, con mayúsculas. Y los que vienen (Thiago, Gai, Muniesa...)
Anoche el Manchester empezó apretando y poniendo en apuros al Barça, salió al ataque, presionando arriba, quitándole el balón a los blaugrana y lo notó el equipo de Guardiola hasta el minuto 10 en que Eto'o volvió a abrir el marcador barcelonista en una final de Champions tres años después. A partir de ahí el Manchester se dedicó a perseguir la pelota por todo el campo sin apenas llegar a tocarla jamás. Ferguson fue poco a poco despoblando el centro del campo para poner más delanteros y eso da mucha ventaja a un mediocampo formado por Busquets (el año pasado por estas fechas jugaba el playoff de ascenso a 2ªB), Iniesta y Xavi. Hasta que Messi voló, se mantuvo en el aire hasta que el balón de Xavi chocó con su cabeza y marcó el gol más importante de su vida hasta el momento.
Tres Copas de Europa en menos de 20 años, las dos últimas con sólo tres temporadas de diferencia. El Barça está llamado a ser uno de los mejores clubes del Siglo XXI.
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miércoles, 27 de mayo de 2009
Tanta Gloria, tanto fútbol
Mes de mayo, año 1995, el Barça de Cruyff, más conocido como Dream Team, acaba de conseguir el título de campeón de liga. Sin apenas tiempo para quitarse el sudor tras un final de liga frenético, la expedición blaugrana aterriza en Atenas para disputar la final de la Copa de Europa contra el AC Milán. Mal día para contar el resto, nos ahorraremos detalles pero apunten una frase que debería pasar a la historia de la institución: “si el Barça gana su segunda Copa de Europa, se acabarán para siempre los fantasmas del derrotismo”. Lo dijo Bakero poco antes de que los milanistas perforaran hasta cuatro veces la portería de Andoni Zubizarreta. Los años siguientes a ese cataclismo fueron de mal a peor.
Añadimos a ese duendecillo que reside en cada barcelonista, ese cabrón que se traga todo el optimismo que puebla nuestras almas, el misterio que esconden los noventa minutos – o cien, o ciento veinte… - de una final. Algo muy parecido a cuando se abre un libro por primera vez. Tras ese importantísimo momento se esconde un halo de emoción, dudas y preguntas que sólo el tiempo acaba contestando. En cada minuto – o en cada página - residen situaciones enigmáticas: preguntas sin respuesta, respuestas a preguntas que no se nos hubiera ocurrido jamás formular. Para el amante del fútbol que mira el partido con la neutralidad de no ver jugar a su equipo es un momento precioso, la fiesta del deporte rey, una bacanal de florituras, regates, paradas y disparos. Por el contrario aquel seguidor que mira a su equipo disputar una gran final, sabe que tiene las mismas posibilidades de irse a la cama con la desilusión que acostarse con alegría, mojado y etílico. Y ahí está el miedo.
Pero, ¡ah! – que diría el gran Ferrán Monegal -: esta vez es diferente. Cómo no lo va a ser. Xavi, Iniesta, Messi, Eto’o, Henry, Valdés, Puyol, Piqué... ¿Quién dijo miedo? Una temporada cargada de triunfos, goleadas, el mejor fútbol de Europa sin lugar a dudas. Dos títulos en el bolsillo, el 2 a 6 en el Bernabéu. Como dirían los argentinos: tanta Gloria, tanto fútbol.
¿Acaso el fracaso en un partido, por muy importante que éste sea, podrá solapar la cantidad de alegrías que este Barça nos ha regalado en toda la temporada? Pase lo que pase el Barça de Pep Guardiola ya ha pasado a la historia. Ahora sólo hace falta coronarles como el mejor Barça de todos los tiempos y como el único equipo del fútbol español que ha conseguido el triplete.
A por ellos, a por ella.
Barça, Barça, Barça.
Añadimos a ese duendecillo que reside en cada barcelonista, ese cabrón que se traga todo el optimismo que puebla nuestras almas, el misterio que esconden los noventa minutos – o cien, o ciento veinte… - de una final. Algo muy parecido a cuando se abre un libro por primera vez. Tras ese importantísimo momento se esconde un halo de emoción, dudas y preguntas que sólo el tiempo acaba contestando. En cada minuto – o en cada página - residen situaciones enigmáticas: preguntas sin respuesta, respuestas a preguntas que no se nos hubiera ocurrido jamás formular. Para el amante del fútbol que mira el partido con la neutralidad de no ver jugar a su equipo es un momento precioso, la fiesta del deporte rey, una bacanal de florituras, regates, paradas y disparos. Por el contrario aquel seguidor que mira a su equipo disputar una gran final, sabe que tiene las mismas posibilidades de irse a la cama con la desilusión que acostarse con alegría, mojado y etílico. Y ahí está el miedo.
Pero, ¡ah! – que diría el gran Ferrán Monegal -: esta vez es diferente. Cómo no lo va a ser. Xavi, Iniesta, Messi, Eto’o, Henry, Valdés, Puyol, Piqué... ¿Quién dijo miedo? Una temporada cargada de triunfos, goleadas, el mejor fútbol de Europa sin lugar a dudas. Dos títulos en el bolsillo, el 2 a 6 en el Bernabéu. Como dirían los argentinos: tanta Gloria, tanto fútbol.
¿Acaso el fracaso en un partido, por muy importante que éste sea, podrá solapar la cantidad de alegrías que este Barça nos ha regalado en toda la temporada? Pase lo que pase el Barça de Pep Guardiola ya ha pasado a la historia. Ahora sólo hace falta coronarles como el mejor Barça de todos los tiempos y como el único equipo del fútbol español que ha conseguido el triplete.
A por ellos, a por ella.
Barça, Barça, Barça.
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martes, 26 de mayo de 2009
Elecciones a la presidencia del Real Madrid: menos de lo mismo.
Hasta la fecha seguir la batalla preelectoral del Real Madrid ha sido todo una hazaña. Cada día aparecían en los medios noticias nuevas que calentaban el cotarro. Valga como ejemplo que dos de los tres párrafos escritos ayer en un post que por causas ajenas a mi voluntad no pude colgar, no me queda sino borrarlos. Pero todo hace pensar que tras la retirada de la denuncia por parte del candidato friki – así lo han bautizado los medios de la coalición florentina – Florentino Pérez, presidente de ACS, se encamina hacia la presidencia blanca por una solitaria autopista de seis carriles escoltado por todos los palmeros que en cuanto se suba al trono preguntarán al unísono: ¿qué hay de lo mío, Mister Pérez?
Y aunque no soy simpatizante del club de Chamartín, ni mucho menos socio – lo cual me imposibilita elegir cuál debe ser el futuro de la entidad – me entristece que en un club tan grande, con tanta masa social, no haya posibilidad alguna de votación. Ya dije que en mi humilde opinión Eugenio Martínez Bravo era el mejor candidato para romper con el pasado y llenar de esperanzas el futuro blanco. Poco después el aval le cerró las puertas a la preelección. También dije que había que tener en cuenta a Juan Onieva, un día antes de que éste se retirara de la carrera electoral. Huelga decir que como vidente no me podré jamás ganar la vida, pero no es todo culpa de mi nula visión de futuro: estas elecciones son las más ridículas y divertidas que he visto nunca.
Pero visto que ni José María Aznar – que anda muy liado diciéndole a su negro cómo quiere que sea su próximo libro sobre cómo salvar la raza humana y enseñar a ese principiante llamado Eduard Punset qué carajo son las mitocondrias - con el aval de la empresa petrolífera de George W.Bush, ni Joan Gaspart con el aval de la empresa constructora Nuñez y Navarro, van a presentarse a las elecciones del Real Madrid, Florentino Pérez será amo y señor de la institución blanca hasta que se canse y les dé un portazo a todos los socios y simpatizantes que hoy depositan todas sus esperanzas.
Más le valdría al Real Madrid revisar el tema de los estatutos sobre el aval a los precandidatos, así no nos veríamos en la situación de que uno de éstos, aprovechando su poder político y bancario, frena la carrera de cualquier rival que le pueda hacer algo de sombra.
Y aunque no soy simpatizante del club de Chamartín, ni mucho menos socio – lo cual me imposibilita elegir cuál debe ser el futuro de la entidad – me entristece que en un club tan grande, con tanta masa social, no haya posibilidad alguna de votación. Ya dije que en mi humilde opinión Eugenio Martínez Bravo era el mejor candidato para romper con el pasado y llenar de esperanzas el futuro blanco. Poco después el aval le cerró las puertas a la preelección. También dije que había que tener en cuenta a Juan Onieva, un día antes de que éste se retirara de la carrera electoral. Huelga decir que como vidente no me podré jamás ganar la vida, pero no es todo culpa de mi nula visión de futuro: estas elecciones son las más ridículas y divertidas que he visto nunca.
Pero visto que ni José María Aznar – que anda muy liado diciéndole a su negro cómo quiere que sea su próximo libro sobre cómo salvar la raza humana y enseñar a ese principiante llamado Eduard Punset qué carajo son las mitocondrias - con el aval de la empresa petrolífera de George W.Bush, ni Joan Gaspart con el aval de la empresa constructora Nuñez y Navarro, van a presentarse a las elecciones del Real Madrid, Florentino Pérez será amo y señor de la institución blanca hasta que se canse y les dé un portazo a todos los socios y simpatizantes que hoy depositan todas sus esperanzas.
Más le valdría al Real Madrid revisar el tema de los estatutos sobre el aval a los precandidatos, así no nos veríamos en la situación de que uno de éstos, aprovechando su poder político y bancario, frena la carrera de cualquier rival que le pueda hacer algo de sombra.
domingo, 24 de mayo de 2009
El descenso está que arde
Confirmados los descensos de Recre y Numancia, los dos equipos que peor lo tenían, se presenta una jornada final de infarto.
El Valladolid se ha complicado y mucho las cosas y es que este año los habituales 42 puntos no sirven para salvarse. Además tiene el partido más complicado de todos: recibe al Betis en casa, un Betis que también le ve las orejas al lobo y lo que no son las orejas. Sólo le vale ganar después de empatar en Málaga ayer. Al Valladolid el empate le salva así que será un partido impresionante el que se dispute la semana que viene en Pucela.
El Getafe ganó al Numancia y lo mandó a Segunda aunque lo pasó muy mal y llegó a fallar un penalti con 1-0 en el marcador, un penalti que hubiera calmado los ánimos de una afición getafense que apoyó siempre a su equipo. Los sorianos no pudieron ganar y bajan al infierno al menos por un añito. Creo que su plantilla es de las más flojas de Primera y tampoco es ninguna sorpresa su descenso. El Getafe se juega la semana que viene la vida ante un Racing salvado en Santander.
Probablemente la otra peor plantilla de Primera es la del Recre que perdió ante un Racing que se salvó definitivamente con el gol de Jonathan Pereira. Un Recre sin alma no pareció estar nunca en disposición de ganar el partido y confirmó su descenso después de varios años en la máxima categoría del fútbol español en que parecía que se había medio consolidado. Los cántabros se salvaron matemáticamente en una temporada histórica en que jugaron la Copa UEFA y consiguen que la última jornada sea un trámite para ellos.
Osasuna ganó en el Camp Nou contra un Barça de suplentes y jugadores del filial. 0-1 para los de Camacho que no les sirve para salir del pozo una semana más. La última jornada se juegan en el Reyno de Navarra con el Madrid sus aspiraciones de mantenerse otro año en Primera.
El Sporting tiró de épica y de portero, fantástica temporada la de Cuéllar que después de su penoso debut en Primera con el Atleti ante el Barça ha sabido demostrar que es un gran portero y que ha sido clave para la salvación del Sporting si al final se consigue o para que tuvieran opciones si al final no se alcanza. De hecho, el peor tramo del Sporting ha coincidido con la ausencia de Cuéllar por lesión. Ganó el Sporting en Valladolid 1-2 y se mantiene cuarto por la cola. La última jornada que podía ser un duelo a muerte contra el Recre en el Molinón de repente se suaviza tras el descenso de los onubenses. Ahora solo les toca no confiarse.
Lo bueno que tienen absolutamente todos los equipos implicados en el descenso es que dependen de ellos mismos. Todos los que ganen se salvan. Mantengo mi apuesta de Recre, Numancia y Betis para el descenso.
El Valladolid se ha complicado y mucho las cosas y es que este año los habituales 42 puntos no sirven para salvarse. Además tiene el partido más complicado de todos: recibe al Betis en casa, un Betis que también le ve las orejas al lobo y lo que no son las orejas. Sólo le vale ganar después de empatar en Málaga ayer. Al Valladolid el empate le salva así que será un partido impresionante el que se dispute la semana que viene en Pucela.
El Getafe ganó al Numancia y lo mandó a Segunda aunque lo pasó muy mal y llegó a fallar un penalti con 1-0 en el marcador, un penalti que hubiera calmado los ánimos de una afición getafense que apoyó siempre a su equipo. Los sorianos no pudieron ganar y bajan al infierno al menos por un añito. Creo que su plantilla es de las más flojas de Primera y tampoco es ninguna sorpresa su descenso. El Getafe se juega la semana que viene la vida ante un Racing salvado en Santander.
Probablemente la otra peor plantilla de Primera es la del Recre que perdió ante un Racing que se salvó definitivamente con el gol de Jonathan Pereira. Un Recre sin alma no pareció estar nunca en disposición de ganar el partido y confirmó su descenso después de varios años en la máxima categoría del fútbol español en que parecía que se había medio consolidado. Los cántabros se salvaron matemáticamente en una temporada histórica en que jugaron la Copa UEFA y consiguen que la última jornada sea un trámite para ellos.
Osasuna ganó en el Camp Nou contra un Barça de suplentes y jugadores del filial. 0-1 para los de Camacho que no les sirve para salir del pozo una semana más. La última jornada se juegan en el Reyno de Navarra con el Madrid sus aspiraciones de mantenerse otro año en Primera.
El Sporting tiró de épica y de portero, fantástica temporada la de Cuéllar que después de su penoso debut en Primera con el Atleti ante el Barça ha sabido demostrar que es un gran portero y que ha sido clave para la salvación del Sporting si al final se consigue o para que tuvieran opciones si al final no se alcanza. De hecho, el peor tramo del Sporting ha coincidido con la ausencia de Cuéllar por lesión. Ganó el Sporting en Valladolid 1-2 y se mantiene cuarto por la cola. La última jornada que podía ser un duelo a muerte contra el Recre en el Molinón de repente se suaviza tras el descenso de los onubenses. Ahora solo les toca no confiarse.
Lo bueno que tienen absolutamente todos los equipos implicados en el descenso es que dependen de ellos mismos. Todos los que ganen se salvan. Mantengo mi apuesta de Recre, Numancia y Betis para el descenso.
viernes, 22 de mayo de 2009
Elecciones a la presidencia del Real Madrid: más de lo mismo.
A la espera de que se confirme una tercera plataforma candidata a la presidencia del Real Madrid – hay informaciones que dejan entrever que existe un tapado -, todo apunta a que la disputa está entre Florentino Pérez, ex presidente del club y favorito al trono blanco, y Juan Onieva ex vicepresidente en la etapa de Lorenzo Sanz. Éste último rema contracorriente, ya que ante la situación actual de la directiva del club de Concha Espina – alguno pasa más tiempo en los juzgados de Plaza Castilla que en el Estadio Santiago Bernabéu -, con fecha de caducidad y poco quehacer, parece que Florentino Pérez es más presidente de la institución que el actual, Vicente Boluda, que pasará a la historia por sus meteduras de pata.
Habrá socios del Real Madrid que quieran un cambio de aires, nuevas caras en el palco y en los despachos, y gestiones que no traigan malos recuerdos del pasado. Pues no les quedará otra a estos socios que quedarse en casa el domingo de las elecciones, quizás la familia se lo agradezca. Florentino Pérez ya dejó claro el día de su presentación como precandidato en el Hotel Ritz de Madrid que, salvo algunos errores que intentará pulir, su presidencia va a ser parecida, sino igual, a su anterior: transformar el Real Madrid en una empresa de beneficios considerables y que éstos se vean reflejados en la plantilla con fichajes multimillonarios. O viceversa, da igual: el orden de los factores no altera el producto.
Juan Onieva tampoco es nuevo, ni mucho menos. Mano derecha de Lorenzo Sanz, fue tesorero y vicepresidente del Real Madrid. Su despedida fue tan extraña como la de Florentino Pérez en su día. Con Lorenzo Sanz perdió unas elecciones, por culpa de un tal Luis Figo, tras haber conseguido después de muchos años la ansiada Champions League. Florentino Pérez, como todos los ganadores que acceden a una institución, amenazó con levantar la manta con una auditoria para revisar las cuentas de la etapa anterior. Ante esta amenaza no le quedó otra a Onieva que redactar una carta que envió a la prensa justificando algunos gastos. Entre éstos gastos extra cabe destacar dos: ayudas a grupos de apoyo, dicho de otra forma: subvencionar al grupo Ultra Sur; y primas a terceros. Para que éstos ganaran, ojo: sigue siendo ilegal pero sí es ético bajo mi punto de vista.
Me agradaría que en estas elecciones se hubiese podido presentar Eugenio Martínez Bravo, un joven empresario de cuarenta años con una idea de club en las antípodas de los anteriores. No sólo porque el abanico de posibilidades sería más amplio, sino porque veo en él aires frescos que le vendrían bien a la institución. El dichoso aval de 60 millones de euros tiene la culpa de que su precandidatura se haya ido al garete. Mientras se confirma si existe ese misterioso tapado, los socios del Real Madrid deben decidirse entre alguno de sus ex.
PD: ¿Quién iba a decir que un tal Joan Laporta iba a ganar unas elecciones al eterno favorito Bassat? Pues eso, no demos por muerto a Juan Onieva. Quitando las dos propuestas populistas de las hipotecas a los socios en paro y hacer presidente de honor a Barack Obama, creo que su idea de club es más terrenal e interesante que la del galáctico Florentino Pérez.
Habrá socios del Real Madrid que quieran un cambio de aires, nuevas caras en el palco y en los despachos, y gestiones que no traigan malos recuerdos del pasado. Pues no les quedará otra a estos socios que quedarse en casa el domingo de las elecciones, quizás la familia se lo agradezca. Florentino Pérez ya dejó claro el día de su presentación como precandidato en el Hotel Ritz de Madrid que, salvo algunos errores que intentará pulir, su presidencia va a ser parecida, sino igual, a su anterior: transformar el Real Madrid en una empresa de beneficios considerables y que éstos se vean reflejados en la plantilla con fichajes multimillonarios. O viceversa, da igual: el orden de los factores no altera el producto.
Juan Onieva tampoco es nuevo, ni mucho menos. Mano derecha de Lorenzo Sanz, fue tesorero y vicepresidente del Real Madrid. Su despedida fue tan extraña como la de Florentino Pérez en su día. Con Lorenzo Sanz perdió unas elecciones, por culpa de un tal Luis Figo, tras haber conseguido después de muchos años la ansiada Champions League. Florentino Pérez, como todos los ganadores que acceden a una institución, amenazó con levantar la manta con una auditoria para revisar las cuentas de la etapa anterior. Ante esta amenaza no le quedó otra a Onieva que redactar una carta que envió a la prensa justificando algunos gastos. Entre éstos gastos extra cabe destacar dos: ayudas a grupos de apoyo, dicho de otra forma: subvencionar al grupo Ultra Sur; y primas a terceros. Para que éstos ganaran, ojo: sigue siendo ilegal pero sí es ético bajo mi punto de vista.
Me agradaría que en estas elecciones se hubiese podido presentar Eugenio Martínez Bravo, un joven empresario de cuarenta años con una idea de club en las antípodas de los anteriores. No sólo porque el abanico de posibilidades sería más amplio, sino porque veo en él aires frescos que le vendrían bien a la institución. El dichoso aval de 60 millones de euros tiene la culpa de que su precandidatura se haya ido al garete. Mientras se confirma si existe ese misterioso tapado, los socios del Real Madrid deben decidirse entre alguno de sus ex.
PD: ¿Quién iba a decir que un tal Joan Laporta iba a ganar unas elecciones al eterno favorito Bassat? Pues eso, no demos por muerto a Juan Onieva. Quitando las dos propuestas populistas de las hipotecas a los socios en paro y hacer presidente de honor a Barack Obama, creo que su idea de club es más terrenal e interesante que la del galáctico Florentino Pérez.
viernes, 15 de mayo de 2009
El síndrome de Stendhal
En este país de envidia y rencores, es muy difícil ver al vencedor tender la mano al enemigo, pero haberlas haylas. El caso contrario aumenta todavía más la dificultad: el derrotado normalmente guarda en su corazón el odio al ganador y en su cabeza la aspiración de la venganza es lo prioritario – sólo recuerdo el Bernabéu como excepción, y ya dije que convendría a muchos tomar nota -. No creo que esto sea el típico comentario español generalizando sobre nuestro comportamiento, pues no son pocos los que ya han hablado sobre el tema. Me viene a la cabeza Don Antonio Machado, uno de los más grandes poetas de nuestra historia - ¿acaso su final no bastaría para confirmar cómo ha sido y es nuestro país? – quien en su poemario Campos de Castilla escribiera lo siguiente sobre España: “son tierras para el águila un trozo de planeta/ por donde cruza errante la sombra de Caín”
Ayer a la tarde estuve un rato entretenido viendo la actualidad futbolística en un programa del canal Veo Marca. Sobre el campeón de Copa del Rey y su victoria aplastante en el campo de Mestalla hablaron sólo un rato, poco tiempo, pues como todos sabrán lo que verdaderamente importa es la pitada al himno español. Los puntos de vista sobre el juego del equipo campeón eran muy parecidas: alabanzas a una temporada con muy pocos puntos criticables. Pero claro, como se puede uno imaginar siempre está el que en todos los programas y tertulias muestra esa falta de señorío que al parecer da audiencia. Llega un momento que creo sinceramente que en estos programas se elige a un crispador; alguien que, cumpliendo órdenes previas, calienta el cotarro desde un punto de vista fanático. Ayer tarde la papeleta de la parcialidad le tocó a un tipo con gafas, barba de tres días, no más de treinta años y cuyo nombre no recuerdo haber leído o escuchado nunca. Éste saltó entre alabanzas al juego del Barça sacando pecho y sentenciando: “esta temporada el Barça sólo se ha enfrentado con un equipo verdaderamente importante y complicado: el Chelsea, y sólo fue capaz de meterle un gol en dos partidos”. No especularemos si el tipo en cuestión es del Real Madrid, pues no hay nada más triste como humillar a tu propio equipo con la única finalidad de pormenorizar las victorias del equipo rival. Quizás sea hincha del Chelsea.
Imaginé por un momento que me encontraba en aquel plató frente al tipo en cuestión, preguntándole si conocía o había oído hablar del Síndrome de Stendhal. Seguramente me dijese que sí: no es difícil haber leído o escuchado alguna vez que el escritor francés tras una visita a la Basílica Santa Cruz de Florencia dijo encontrarse mal de tanta belleza: “me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme". Si se me permite el símil – o si me lo permite el periodista en cuestión – diré que los equipos que se enfrentan al conjunto de Pep Guardiola sufren un síntoma de consecuencias parecidas. Todos empiezan con ganas, con hambre, con ilusión, incluso con goles; pero cuando el conjunto azulgrana empieza a jugar como sólo ellos saben – quizás un punto criticable es que el Barça de Pep sólo sabe jugar de una manera, lo que en ocasiones complica algunos partidos – ahí es cuando vienen los mareos, las alucinaciones, la pájara, la angustia, el desánimo, la derrota… Y cuando ya el marcador parece algo irreversible teniendo en cuenta el juego desplegado, uno desea que el árbitro pite el final e irse para casa de una vez por todas.
No temo mostrarme parcial escribiendo esto y ponerme a la altura del periodista de Veo Marca, pues viendo la temporada del Barça queda claro que el mérito del equipo está por encima del demerito de todos los equipos que se han enfrentado al Barça y han perdido – una cifra abultadísima – o que han salido goleados – que no son pocos -. Volví a la realidad, el programa seguía y el periodista mostraba una sonrisa difícil de disimular: estaban hablando de Florentino Pérez.
Ayer a la tarde estuve un rato entretenido viendo la actualidad futbolística en un programa del canal Veo Marca. Sobre el campeón de Copa del Rey y su victoria aplastante en el campo de Mestalla hablaron sólo un rato, poco tiempo, pues como todos sabrán lo que verdaderamente importa es la pitada al himno español. Los puntos de vista sobre el juego del equipo campeón eran muy parecidas: alabanzas a una temporada con muy pocos puntos criticables. Pero claro, como se puede uno imaginar siempre está el que en todos los programas y tertulias muestra esa falta de señorío que al parecer da audiencia. Llega un momento que creo sinceramente que en estos programas se elige a un crispador; alguien que, cumpliendo órdenes previas, calienta el cotarro desde un punto de vista fanático. Ayer tarde la papeleta de la parcialidad le tocó a un tipo con gafas, barba de tres días, no más de treinta años y cuyo nombre no recuerdo haber leído o escuchado nunca. Éste saltó entre alabanzas al juego del Barça sacando pecho y sentenciando: “esta temporada el Barça sólo se ha enfrentado con un equipo verdaderamente importante y complicado: el Chelsea, y sólo fue capaz de meterle un gol en dos partidos”. No especularemos si el tipo en cuestión es del Real Madrid, pues no hay nada más triste como humillar a tu propio equipo con la única finalidad de pormenorizar las victorias del equipo rival. Quizás sea hincha del Chelsea.
Imaginé por un momento que me encontraba en aquel plató frente al tipo en cuestión, preguntándole si conocía o había oído hablar del Síndrome de Stendhal. Seguramente me dijese que sí: no es difícil haber leído o escuchado alguna vez que el escritor francés tras una visita a la Basílica Santa Cruz de Florencia dijo encontrarse mal de tanta belleza: “me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme". Si se me permite el símil – o si me lo permite el periodista en cuestión – diré que los equipos que se enfrentan al conjunto de Pep Guardiola sufren un síntoma de consecuencias parecidas. Todos empiezan con ganas, con hambre, con ilusión, incluso con goles; pero cuando el conjunto azulgrana empieza a jugar como sólo ellos saben – quizás un punto criticable es que el Barça de Pep sólo sabe jugar de una manera, lo que en ocasiones complica algunos partidos – ahí es cuando vienen los mareos, las alucinaciones, la pájara, la angustia, el desánimo, la derrota… Y cuando ya el marcador parece algo irreversible teniendo en cuenta el juego desplegado, uno desea que el árbitro pite el final e irse para casa de una vez por todas.
No temo mostrarme parcial escribiendo esto y ponerme a la altura del periodista de Veo Marca, pues viendo la temporada del Barça queda claro que el mérito del equipo está por encima del demerito de todos los equipos que se han enfrentado al Barça y han perdido – una cifra abultadísima – o que han salido goleados – que no son pocos -. Volví a la realidad, el programa seguía y el periodista mostraba una sonrisa difícil de disimular: estaban hablando de Florentino Pérez.
martes, 12 de mayo de 2009
Morir en la orilla
Hasta 8 equipos no quieren oír hablar de morir en la orilla, no quieren que el último día, en el último suspiro no consigan alcanzar tierra y los arrastre la corriente. Algunos, como el Racing o el Betis se han relajado y el fango ha ido poco a poco enterrando sus pies y ahora, cuando se acaba el tiempo, luchan desesperadamente por sacarlos y llegar lo antes posible territorio seco. Otros, como el Numancia o el Recreativo llevan tiempo con pocas fuerzas y agotándolas todas contra unas olas gigantes con mucha fuerza. pero ahí siguen, la esperanza es lo último que se pierde y mientras haya brazos y piernas para nadar contracorriente lo harán.
El Racing es el que mejor lo tiene, ya se ha agarrado a una rama fuerte y resistente. Un par de putnos, incluso uno, seguramente seran suficientes. El siguiente partido es contra un Valladolid que se salvó la semana pasada y que es de esperar que no oponga mucha resistencia. En caso de perder luego tiene dos partidos dificilísimos contra el Recre y el Getafe. Por suerte, dos de los tres partidos son en El Sardinero.
El Espanyol es el con más fuerza nada y parece que es cuestión de tiempo que sea uno de los equipos que se salve (no como dije yo hace unas semanas). Además el calendario les favorece pues juegan contra equipos que ya no se juegan nada como son Athletic, Almería y Málaga.
El Getafe escapó este fin de semana de un tsunami que podía haberlos arrastrado al fondo con una goleada contra Osasuna. Míchel ha llegado para llevar el barco getafense a buen puerto y no va a ser una tarea fácil. Un Depor inmerso en la lucha por la UEFA, el Numancia y un Racing que puede llegar salvado a la última jornada serán sus rivales.
Nogués no ha conseguido reflotar al Betis que parece que se hunde poco a poco en el cieno. A tres puntos del descenso y con una racha bastante negativa, por otro lado habitual estos últimos años, tiene mala pinta. A su favor tiene la calidad individual de sus jugadores, bastante superior, al menos teóricamente, sobre la del resto de sus rivales. Juega contra Almería, Málaga y Valladolid, un calendario relativamente asequible, pero que viendo como está el Betis y que dos de los partidos son derbis, habrá que ver.
Osasuna empezó la segunda vuelta mar adentro, a muchísimas millas de la costa más cercana y poco a poco, jugando al fútbol, han conseguido tocarla con la punta de los dedos. La útlima racha de resultados cuando parecía que habían arribado bien a tierra firme hace ahora que las vías de agua crezcan por momentos. Tiene que jugar la mitad de "los Alpes" de la Liga, pero una cosa que parecería complicadísima a principio de temporada cuando se sorteó el calendario le puede ahora favorecer, juegan contra el Sevilla afianzado en la tercera plaza, un Barça probablemente ya campón cuando juegue con los rojillos y un Madrid totalmente rendido.
En los puestos de descenso están Sporting, Recre y Numancia. La racha de los de Gijón es para echarse a llorar, 1 punto de los últimos 24 les ha arrastrado mar adentro y el viento sopla en contra. Por simpatía personal espero que se salven pero la verdad es que lo tienen bastante crudo los de Preciado para estar el año que viene de nuevo en Primera. Málaga, Valladolid y un partido que puede ser agónico ante el Recre en la última jornada es lo que les queda a los asturianos.
El Recre, con una segunda vuelta para olvidar está buceando con muy poco oxígeno en la bombona y tener que jugarte ese poco oxígeno en peleas contra Numancia, Racing y Sporting no da demasiadas esperanzas a los onubenses para salvarse.
El Numancia ya naufragó y ahora está a la deriva sobre una tabla esperando que la corriente le acerque a alguna isla. Y en esas están, pataleando para avanzar en una tormenta en forma de Recre, Getafe y Sevilla. Complicado para los sorianos pero todavía no imposible.
Creo que hacía muchas temporadas que a estas alturas, faltando tres jornadas no había ningún equipo descendido matemáticamente. El interés que ha perdido la Liga por arriba lo ha ganado este año por abajo. Mi apuesta es Numancia, Recre y Betis para el descenso.
El Racing es el que mejor lo tiene, ya se ha agarrado a una rama fuerte y resistente. Un par de putnos, incluso uno, seguramente seran suficientes. El siguiente partido es contra un Valladolid que se salvó la semana pasada y que es de esperar que no oponga mucha resistencia. En caso de perder luego tiene dos partidos dificilísimos contra el Recre y el Getafe. Por suerte, dos de los tres partidos son en El Sardinero.
El Espanyol es el con más fuerza nada y parece que es cuestión de tiempo que sea uno de los equipos que se salve (no como dije yo hace unas semanas). Además el calendario les favorece pues juegan contra equipos que ya no se juegan nada como son Athletic, Almería y Málaga.
El Getafe escapó este fin de semana de un tsunami que podía haberlos arrastrado al fondo con una goleada contra Osasuna. Míchel ha llegado para llevar el barco getafense a buen puerto y no va a ser una tarea fácil. Un Depor inmerso en la lucha por la UEFA, el Numancia y un Racing que puede llegar salvado a la última jornada serán sus rivales.
Nogués no ha conseguido reflotar al Betis que parece que se hunde poco a poco en el cieno. A tres puntos del descenso y con una racha bastante negativa, por otro lado habitual estos últimos años, tiene mala pinta. A su favor tiene la calidad individual de sus jugadores, bastante superior, al menos teóricamente, sobre la del resto de sus rivales. Juega contra Almería, Málaga y Valladolid, un calendario relativamente asequible, pero que viendo como está el Betis y que dos de los partidos son derbis, habrá que ver.
Osasuna empezó la segunda vuelta mar adentro, a muchísimas millas de la costa más cercana y poco a poco, jugando al fútbol, han conseguido tocarla con la punta de los dedos. La útlima racha de resultados cuando parecía que habían arribado bien a tierra firme hace ahora que las vías de agua crezcan por momentos. Tiene que jugar la mitad de "los Alpes" de la Liga, pero una cosa que parecería complicadísima a principio de temporada cuando se sorteó el calendario le puede ahora favorecer, juegan contra el Sevilla afianzado en la tercera plaza, un Barça probablemente ya campón cuando juegue con los rojillos y un Madrid totalmente rendido.
En los puestos de descenso están Sporting, Recre y Numancia. La racha de los de Gijón es para echarse a llorar, 1 punto de los últimos 24 les ha arrastrado mar adentro y el viento sopla en contra. Por simpatía personal espero que se salven pero la verdad es que lo tienen bastante crudo los de Preciado para estar el año que viene de nuevo en Primera. Málaga, Valladolid y un partido que puede ser agónico ante el Recre en la última jornada es lo que les queda a los asturianos.
El Recre, con una segunda vuelta para olvidar está buceando con muy poco oxígeno en la bombona y tener que jugarte ese poco oxígeno en peleas contra Numancia, Racing y Sporting no da demasiadas esperanzas a los onubenses para salvarse.
El Numancia ya naufragó y ahora está a la deriva sobre una tabla esperando que la corriente le acerque a alguna isla. Y en esas están, pataleando para avanzar en una tormenta en forma de Recre, Getafe y Sevilla. Complicado para los sorianos pero todavía no imposible.
Creo que hacía muchas temporadas que a estas alturas, faltando tres jornadas no había ningún equipo descendido matemáticamente. El interés que ha perdido la Liga por arriba lo ha ganado este año por abajo. Mi apuesta es Numancia, Recre y Betis para el descenso.
jueves, 7 de mayo de 2009
La justicia del fútbol
Hoy lo que más se oye y se lee respecto a la eliminatoria que concluyó ayer con el golazo de Iniesta (tras este tipo de goles vienen los títulos, me recordó tanto al de Bakero en Kaiserslautern!) es que se ha hecho justicia y el Barça está en la final de la Champions 2008-2009.
No se me podrá acusar de nada más que de barcelonista pero sí es cierto e, intentando ser objetivo, que esta eliminatoria la mereció el Chelsea. A esta Barça, jugándole de tú a tú, es imposible ganarle, te arrolla, te golea. Para ganarle tienes que defender perfecto durante todo el partido, no cometer ningún fallo y esperar agazapado tu ocasión para marcar a la contra. Esta temporada, los partidos que el Barça no ha ganado, excepto el Atleti-Barça, han sido así, equipos defendiéndose y aprovechando las pocas ocasiones de que han dispuesto para ganar. Aún así, sólo Numancia y Espanyol, han conseguido llevarse el gato al agua con esa táctica, el resto que lo han intentado han conseguido como mucho un empate.
El Chelsea lo sabía, Hiddink lo sabía. Estoy seguro de que estudió esos partidos, el del Valencia, el del Getafe de la primera vuelta... y entendió que es lo que tenían que hacer. Si a esto añadimos que tienen una de las mejores plantillas del mundo, ahí tenemos a uno de los pocos equipos que puede ganar al Barça una eliminatoria a doble partido. Lo hizo casi perfecto en Barcelona, una gran defensa, un par de marcajes al hombre y una salida rápida confiando en la calidad de Malouda y Drogba para resolver. Y ese ha sido su único problema, bueno, ese y la dupla Valdés-Piqué, que para mí se han diplomado contra los ingleses. Nunca pudo el marfileño batir a Valdés y eso que dispuso de varias ocasiones para encararle. La maraña defensiva del Chelsea con unos laterales magníficos y marcando al hombre, con Essien, Ballack y Lampard poblando un centro del campo infranqueable, han permitido al Chelsea merecer pasar. Han defendido mejor que nunca, han maniatado al Barça que ha tocado y tocado, como siempre, con calidad, pero apenas ha inquietado a Cech, sobretodo en Stamford Bridge.
Pero el fútbol no es una ciencia exacta. No gana siempre el que lo merece, el que mejor lo hace. Y ahí ha entrado la calidad individual y colectiva del Barça. Una sola ocasión de gol le ha bastado al Barça para clasificarse y echar por tierra el magnífico trabajo de los de Hiddink. Y es que este Barça es mucho Barça. Es un regalo para el fútbol que probablemente los dos equipos que mejor juegan al fútbol en Europa y en el Mundo se enfrenten en la final de la Champions. Y yo me alegro como el que más (ayer casi me da algo cuando entró el zapatazo de Iniesta) pero entiendo la desilusión del Chelsea. Pero así se ganan los títulos, ganando los partidos fáciles y los difíciles, estos útlimos, muchas veces, sea como sea.
Y ahora, a por el triplete!!!
No se me podrá acusar de nada más que de barcelonista pero sí es cierto e, intentando ser objetivo, que esta eliminatoria la mereció el Chelsea. A esta Barça, jugándole de tú a tú, es imposible ganarle, te arrolla, te golea. Para ganarle tienes que defender perfecto durante todo el partido, no cometer ningún fallo y esperar agazapado tu ocasión para marcar a la contra. Esta temporada, los partidos que el Barça no ha ganado, excepto el Atleti-Barça, han sido así, equipos defendiéndose y aprovechando las pocas ocasiones de que han dispuesto para ganar. Aún así, sólo Numancia y Espanyol, han conseguido llevarse el gato al agua con esa táctica, el resto que lo han intentado han conseguido como mucho un empate.
El Chelsea lo sabía, Hiddink lo sabía. Estoy seguro de que estudió esos partidos, el del Valencia, el del Getafe de la primera vuelta... y entendió que es lo que tenían que hacer. Si a esto añadimos que tienen una de las mejores plantillas del mundo, ahí tenemos a uno de los pocos equipos que puede ganar al Barça una eliminatoria a doble partido. Lo hizo casi perfecto en Barcelona, una gran defensa, un par de marcajes al hombre y una salida rápida confiando en la calidad de Malouda y Drogba para resolver. Y ese ha sido su único problema, bueno, ese y la dupla Valdés-Piqué, que para mí se han diplomado contra los ingleses. Nunca pudo el marfileño batir a Valdés y eso que dispuso de varias ocasiones para encararle. La maraña defensiva del Chelsea con unos laterales magníficos y marcando al hombre, con Essien, Ballack y Lampard poblando un centro del campo infranqueable, han permitido al Chelsea merecer pasar. Han defendido mejor que nunca, han maniatado al Barça que ha tocado y tocado, como siempre, con calidad, pero apenas ha inquietado a Cech, sobretodo en Stamford Bridge.
Pero el fútbol no es una ciencia exacta. No gana siempre el que lo merece, el que mejor lo hace. Y ahí ha entrado la calidad individual y colectiva del Barça. Una sola ocasión de gol le ha bastado al Barça para clasificarse y echar por tierra el magnífico trabajo de los de Hiddink. Y es que este Barça es mucho Barça. Es un regalo para el fútbol que probablemente los dos equipos que mejor juegan al fútbol en Europa y en el Mundo se enfrenten en la final de la Champions. Y yo me alegro como el que más (ayer casi me da algo cuando entró el zapatazo de Iniesta) pero entiendo la desilusión del Chelsea. Pero así se ganan los títulos, ganando los partidos fáciles y los difíciles, estos útlimos, muchas veces, sea como sea.
Y ahora, a por el triplete!!!
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El Guernika de Don Andrés
Fue Pablo Picasso, malagueño universal con las manos manchadas de pintura, quien respondiendo a la eterna pregunta sobre qué era exactamente la inspiración dijo: “la inspiración existe, pero tiene que pillarte trabajando”. La teoría de Picasso sobre las musas – un término más literario y que en boca de Joan Manuel Serrat suena angelical – debió rondar por la cabeza de los equipos que ayer, en Stamdford Bridge, se jugaba el pase a la final de la Champions League que se disputará el próximo día 28 en Roma.
Pues así se pasaron los 96 minutos que duró el agónico partido.
Había quienes se esperaban un Chelsea más abierto y ofensivo: “juegan en casa” decían algunos ilusos, en cuyo grupo me incluyo. Al equipo blue le da igual dónde se juegue: su organización y estrategia se puede llevar a cabo desde cualquier escenario embarrado de la Guerra de Flandes hasta el mismísimo Coliseo romano, donde sólo irán en las vacaciones veraniegas. Llevan años creyéndose que el telón de la función lo bajan ellos a su libre albedrío, y ni a golpe de talonario se dan cuenta de que al fútbol no se juega con maquinaria para la destrucción de macro edificaciones sino con finos estilistas que deciden el partido, por ejemplo, con un zapatazo desde fuera del área después de mimar y acariciar el balón durante 180 minutos.
No está hecha la miel para la boca del burro. Eso mismo pensó Iniesta cuando se giró y vio cómo el balón se dirigía desde los pies de Messi, patinando sobre la hierba londinense, a una posición clara de tiro. Las musas le encontraron trabajando, rectifico: le encontraron jugando al fútbol que a eso se llega a la semifinal de la Champions. Cech mientras saltaba hacia su izquierda se lo olía; Ashley Cole ponía una de sus caras: lo más parecido a cuando pisas una mierda descalzo y te miras la planta del pie; Terry volvería a ver una final de Champions en la televisión panorámica de la taberna cercana a su casa; Drogba lloraba como perdedor por lo que no supo defender como futbolista, e Iniesta, humilde desde la cuna a la tumba, con sus botas manchadas de barro encontró la inspiración con el trabajo incansable de futbolista con el que nos tiene acostumbrados. Era el minuto 92 cuando Iniesta, Don Andrés, acabó de pintar su Guernika particular, donde por su trabajo y su mimo al balón recibió la recompensa merecida aupándole al Olimpo de los Dioses. Roma le espera, a Don Andrés y los suyos, para confirmar que los de Guardiola son més que un equip. Sin importar lo que pueda pasar en la capital italiana – ni en Valencia, ni en la Liga - éste de aquí se quita el sombrero sabiendo que los Dioses del fútbol han hecho justicia.
Nota del a. – siendo justos cabe decir que cuando un servidor había perdido toda esperanza, un fiel seguidor Guardioliano mentó a los Dioses para repartir esperanzas. Acertó, una vez más.
Gracias, Berni.
Pues así se pasaron los 96 minutos que duró el agónico partido.
Había quienes se esperaban un Chelsea más abierto y ofensivo: “juegan en casa” decían algunos ilusos, en cuyo grupo me incluyo. Al equipo blue le da igual dónde se juegue: su organización y estrategia se puede llevar a cabo desde cualquier escenario embarrado de la Guerra de Flandes hasta el mismísimo Coliseo romano, donde sólo irán en las vacaciones veraniegas. Llevan años creyéndose que el telón de la función lo bajan ellos a su libre albedrío, y ni a golpe de talonario se dan cuenta de que al fútbol no se juega con maquinaria para la destrucción de macro edificaciones sino con finos estilistas que deciden el partido, por ejemplo, con un zapatazo desde fuera del área después de mimar y acariciar el balón durante 180 minutos.
No está hecha la miel para la boca del burro. Eso mismo pensó Iniesta cuando se giró y vio cómo el balón se dirigía desde los pies de Messi, patinando sobre la hierba londinense, a una posición clara de tiro. Las musas le encontraron trabajando, rectifico: le encontraron jugando al fútbol que a eso se llega a la semifinal de la Champions. Cech mientras saltaba hacia su izquierda se lo olía; Ashley Cole ponía una de sus caras: lo más parecido a cuando pisas una mierda descalzo y te miras la planta del pie; Terry volvería a ver una final de Champions en la televisión panorámica de la taberna cercana a su casa; Drogba lloraba como perdedor por lo que no supo defender como futbolista, e Iniesta, humilde desde la cuna a la tumba, con sus botas manchadas de barro encontró la inspiración con el trabajo incansable de futbolista con el que nos tiene acostumbrados. Era el minuto 92 cuando Iniesta, Don Andrés, acabó de pintar su Guernika particular, donde por su trabajo y su mimo al balón recibió la recompensa merecida aupándole al Olimpo de los Dioses. Roma le espera, a Don Andrés y los suyos, para confirmar que los de Guardiola son més que un equip. Sin importar lo que pueda pasar en la capital italiana – ni en Valencia, ni en la Liga - éste de aquí se quita el sombrero sabiendo que los Dioses del fútbol han hecho justicia.
Nota del a. – siendo justos cabe decir que cuando un servidor había perdido toda esperanza, un fiel seguidor Guardioliano mentó a los Dioses para repartir esperanzas. Acertó, una vez más.
Gracias, Berni.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Cartas sin retorno: Cesc, Ronaldo y Pep.
“A veces escribo cartas, para no sentirme atado, para no aferrarme a remilgos que yo quisiera abolidos en mi vida” La inconfundible voz de Manolo García acompañada por el ritmo de Quimi Portet, en aquel mágico grupo llamado El último de la fila. Al buscar título – y razón – a este post me ha venido esa estrofa que el grupo barcelonés cantaba a principios de los noventa.
Cualquier parecido con las Cartas boca arriba de Ansón es fruto de la casualidad:
Cesc Fábregas
Mediocentro y capitán del Arsenal.
Ayer sufriste la enésima desilusión con la eliminación de tu equipo en las semifinales de la Champions League. En un equipo que te lo ha dado casi todo, pero no acaba de darte lo que más importa en el fútbol: los títulos. Al fin y al cabo es el resultado al trabajo bien hecho, a tanto esfuerzo, ese que hiciste tú abandonando tu ciudad natal siendo un niño para labrarte un futuro como futbolista en Londres. Mi corazón barcelonista te pide que vuelvas al equipo del que nunca te debiste ir, pero mi cabeza me lo niega. Y es que cuando estás en el centro del campo, con ese brazalete que Wenger te puso con apenas 21 años y que llevas con una veteranía impropia de esa edad, ves el once inicial del Arsenal plagado de jóvenes con una calidad y una entrega admirable. Aunque tú no lo quieras reconocer, este verano volverás a encontrarte con el dilema de siempre: me voy a un equipo actualmente ganador en el que voy a ser uno más o bien me quedo de capitán en el Arsenal esperando a que todos esos jóvenes de tu alrededor exploten y seáis un equipo imbatible. No debe ser fácil desprenderte del brazalete – aunque tu amigo Fernando Torres ya lo hizo y no le fue mal – ni por supuesto ignorar la confianza depositada en ti por uno de los mejores entrenadores del mundo.
Eres joven y sabrás elegir lo mejor para ti.
Cristiano Ronaldo
Delantero del Manchester United
Siempre pensé que serías un jugador de fútbol circense, un espectáculo poco efectivo, un futbolista con un montón de videos de youtube y poco más. Y creo que sin Ferguson lo seguirías siendo. Pese a tu narcisismo, tu chulería, tus estúpidas poses y tus andares propios de Pasarela Cibeles, llevas tiempo demostrando que aquel jugador individualista que buscaba siempre el placer personal del regate ha pasado a mejor vida. Eres un jugador de equipo determinante, tu evolución te aúpa, junto a Messi, como el mejor jugador del momento; ayer, incluso, llegaste a pecar de generoso intentando el pase cuando tenías una posición ideal para engatillar el balón como tú sólo sabes – gran gol de falta metiste ayer -. Tu futuro siempre será una incógnita, por culpa de tu ambigüedad nunca sabremos si es cierto que te quedas, como dices, o te vas al Real Madrid, como mandas decir. Si el próximo verano no vistes la camiseta del Real Madrid, muchos periodistas interesados – los que tienen en nómina la empresa que tiene comprados los derechos televisivos del equipo merengue – tendrían que pedir perdón, pues dan por hecho tu precontrato y el visto bueno de los dueños del Manchester United.
Pese a todo enhorabuena por el pase a la final. Ya veremos cómo acaba esta historia que mueve tantos intereses económicos por ambas partes.
Josep Guardiola
Entrenador del Fútbol Club Barcelona
Ayer los barcelonistas que escuchábamos el Sanedrín catalán del programa de radio El Larguero en la SER, nos quedamos un tanto tristes. Pérez de Rozas y Astruells nos advirtieron de que el trabajo incesante de entrenador del primer equipo del club de tu vida te está desgastando a pasos agigantados. Yo, como muchos otros, soñamos verte como el Alex Ferguson del Barça, un entrenador comprometido por vida con un club, con una capacidad de trabajo impresionante, con un equipo a la espalda hecho a imagen y semejanza y con el respaldo paciente de un club; algo impropio en la liga española. Sé que no conviene adelantar acontecimientos y mucho menos en el momento en que estamos, pero pese a lo que pueda pasar esta noche en Londres, la semana que viene en Valencia con la final de la Copa del Rey y la resolución de la liga sea donde sea, tu imagen de entrenador será tan brillante e insuperable como la que dejaste como futbolista: entregado, trabajador y apasionado de unos colores que por suerte todavía defiendes. Y esperemos que por mucho tiempo, pues cuesta creer que el equipo azulgrana haya tenido algún otro entrenador tan admirablemente inteligente, culto – se sabe desde hace mucho tiempo que eres un apasionado de la literatura: ¿acaso no es eso uno de los principales motivos de tu triunfo profesional? – y barcelonista como el que tiene ahora.Suerte esta noche en Stamford Bridge.
Cualquier parecido con las Cartas boca arriba de Ansón es fruto de la casualidad:
Cesc Fábregas
Mediocentro y capitán del Arsenal.
Ayer sufriste la enésima desilusión con la eliminación de tu equipo en las semifinales de la Champions League. En un equipo que te lo ha dado casi todo, pero no acaba de darte lo que más importa en el fútbol: los títulos. Al fin y al cabo es el resultado al trabajo bien hecho, a tanto esfuerzo, ese que hiciste tú abandonando tu ciudad natal siendo un niño para labrarte un futuro como futbolista en Londres. Mi corazón barcelonista te pide que vuelvas al equipo del que nunca te debiste ir, pero mi cabeza me lo niega. Y es que cuando estás en el centro del campo, con ese brazalete que Wenger te puso con apenas 21 años y que llevas con una veteranía impropia de esa edad, ves el once inicial del Arsenal plagado de jóvenes con una calidad y una entrega admirable. Aunque tú no lo quieras reconocer, este verano volverás a encontrarte con el dilema de siempre: me voy a un equipo actualmente ganador en el que voy a ser uno más o bien me quedo de capitán en el Arsenal esperando a que todos esos jóvenes de tu alrededor exploten y seáis un equipo imbatible. No debe ser fácil desprenderte del brazalete – aunque tu amigo Fernando Torres ya lo hizo y no le fue mal – ni por supuesto ignorar la confianza depositada en ti por uno de los mejores entrenadores del mundo.
Eres joven y sabrás elegir lo mejor para ti.
Cristiano Ronaldo
Delantero del Manchester United
Siempre pensé que serías un jugador de fútbol circense, un espectáculo poco efectivo, un futbolista con un montón de videos de youtube y poco más. Y creo que sin Ferguson lo seguirías siendo. Pese a tu narcisismo, tu chulería, tus estúpidas poses y tus andares propios de Pasarela Cibeles, llevas tiempo demostrando que aquel jugador individualista que buscaba siempre el placer personal del regate ha pasado a mejor vida. Eres un jugador de equipo determinante, tu evolución te aúpa, junto a Messi, como el mejor jugador del momento; ayer, incluso, llegaste a pecar de generoso intentando el pase cuando tenías una posición ideal para engatillar el balón como tú sólo sabes – gran gol de falta metiste ayer -. Tu futuro siempre será una incógnita, por culpa de tu ambigüedad nunca sabremos si es cierto que te quedas, como dices, o te vas al Real Madrid, como mandas decir. Si el próximo verano no vistes la camiseta del Real Madrid, muchos periodistas interesados – los que tienen en nómina la empresa que tiene comprados los derechos televisivos del equipo merengue – tendrían que pedir perdón, pues dan por hecho tu precontrato y el visto bueno de los dueños del Manchester United.
Pese a todo enhorabuena por el pase a la final. Ya veremos cómo acaba esta historia que mueve tantos intereses económicos por ambas partes.
Josep Guardiola
Entrenador del Fútbol Club Barcelona
Ayer los barcelonistas que escuchábamos el Sanedrín catalán del programa de radio El Larguero en la SER, nos quedamos un tanto tristes. Pérez de Rozas y Astruells nos advirtieron de que el trabajo incesante de entrenador del primer equipo del club de tu vida te está desgastando a pasos agigantados. Yo, como muchos otros, soñamos verte como el Alex Ferguson del Barça, un entrenador comprometido por vida con un club, con una capacidad de trabajo impresionante, con un equipo a la espalda hecho a imagen y semejanza y con el respaldo paciente de un club; algo impropio en la liga española. Sé que no conviene adelantar acontecimientos y mucho menos en el momento en que estamos, pero pese a lo que pueda pasar esta noche en Londres, la semana que viene en Valencia con la final de la Copa del Rey y la resolución de la liga sea donde sea, tu imagen de entrenador será tan brillante e insuperable como la que dejaste como futbolista: entregado, trabajador y apasionado de unos colores que por suerte todavía defiendes. Y esperemos que por mucho tiempo, pues cuesta creer que el equipo azulgrana haya tenido algún otro entrenador tan admirablemente inteligente, culto – se sabe desde hace mucho tiempo que eres un apasionado de la literatura: ¿acaso no es eso uno de los principales motivos de tu triunfo profesional? – y barcelonista como el que tiene ahora.Suerte esta noche en Stamford Bridge.
martes, 5 de mayo de 2009
Un día volveré
De la novela de Juan Marsé – Un día volveré – me vale sólo el título, pues soy consciente de que cualquier comparación entre la nobleza de Jan Julivert y el poderío de Florentino Pérez traería consigo un muy merecido delito penal. La posible decisión – parece más que evidente – de la vuelta de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid no hace más que confirmar aquella fórmula conspirativa que daba vueltas por mi cabeza. Esa conspiración – no creo que sea la mejor forma de definirlo, conste – se basaba en la idea de que Pérez no se marchó del Real Madrid por una decisión personal, sino que su poder empresarial en el sector de la construcción – y por qué no decirlo: su perfil político – le sacó de la presidencia con los pies por delante. De la misma forma que en los años de bonanza en el palco del Bernabéu se rifaban los negocios millonarios, una vez consumado el galacticidio esos mismos negociantes recomendaban – por decirlo de la mejor forma posible – al dueño de ACS que huyera de la presidencia lo antes posible. Borrón y cuenta nueva, Presi, que usted ya ha hecho demasiado. Y nosotros ni le cuento.
Que sí, que es una conspiración lanzada al aire con argumentos posiblemente rebatibles, y que a estas alturas puedo pecar de ventajista. Aun así, de momento, no ha habido nada ni nadie que me haya quitado de la cabeza esa causa que acabó con la dimisión del inventor de la teoría de Zidanes y Pavones – he llegado a leer, sin creérmelo, que el deseado presidente vendría otra vez con la misma idea para mejorar la plantilla -. Lo que sí sería de malpensados – el mundo está lleno: no disimules – creer que en tiempos de crisis económicas, con la explosión tremenda de la burbuja inmobiliaria tan reciente, Florentino Pérez vuelve al Real Madrid para estar otra vez en la cresta de la ola y que la rifa de negocios vuelva al palco del Bernabéu. Sinceramente no lo creo. Si Florentino Pérez se presenta como candidato a la presidencia del Real Madrid es porque Ramón Calderón y compañía se lo han puesto realmente fácil. Si los últimos años del Florentinato fueron desastrosos – tres años consecutivos sin ganar un título – los de Calderón institucionalmente son insuperables. Y también porque el ego es como el estómago: es muy fácil ensancharlo pero muy difícil reducirlo.
De momento sabemos que los que, según mi conspiración, forzaron su salida, ayudan en la medida de lo posible facilitando su vuelta. Para ser presidente del Real Madrid, entre otras muchas cosas, se necesita un aval de 60 millones de euros. ¿Adivinan quién es el único candidato al que cogen el teléfono en los principales bancos del país? Como diría el “bueno” de Schuster – ex entrenador del Real Madrid y Gurú del fútbol: días antes del 2 a 6 decía que en la plantilla azulgrana había madriditis -: “no hace falta decir nada más”.
El Florentinato II sólo puede acabar de forma drástica: o bien cambian el nombre del estadio Bernabéu por el de Florentino Pérez o lo destierran a la Isla de Elba sin más entretenimiento que las Obras completas de Jorge Valdano.
Que sí, que es una conspiración lanzada al aire con argumentos posiblemente rebatibles, y que a estas alturas puedo pecar de ventajista. Aun así, de momento, no ha habido nada ni nadie que me haya quitado de la cabeza esa causa que acabó con la dimisión del inventor de la teoría de Zidanes y Pavones – he llegado a leer, sin creérmelo, que el deseado presidente vendría otra vez con la misma idea para mejorar la plantilla -. Lo que sí sería de malpensados – el mundo está lleno: no disimules – creer que en tiempos de crisis económicas, con la explosión tremenda de la burbuja inmobiliaria tan reciente, Florentino Pérez vuelve al Real Madrid para estar otra vez en la cresta de la ola y que la rifa de negocios vuelva al palco del Bernabéu. Sinceramente no lo creo. Si Florentino Pérez se presenta como candidato a la presidencia del Real Madrid es porque Ramón Calderón y compañía se lo han puesto realmente fácil. Si los últimos años del Florentinato fueron desastrosos – tres años consecutivos sin ganar un título – los de Calderón institucionalmente son insuperables. Y también porque el ego es como el estómago: es muy fácil ensancharlo pero muy difícil reducirlo.
De momento sabemos que los que, según mi conspiración, forzaron su salida, ayudan en la medida de lo posible facilitando su vuelta. Para ser presidente del Real Madrid, entre otras muchas cosas, se necesita un aval de 60 millones de euros. ¿Adivinan quién es el único candidato al que cogen el teléfono en los principales bancos del país? Como diría el “bueno” de Schuster – ex entrenador del Real Madrid y Gurú del fútbol: días antes del 2 a 6 decía que en la plantilla azulgrana había madriditis -: “no hace falta decir nada más”.
El Florentinato II sólo puede acabar de forma drástica: o bien cambian el nombre del estadio Bernabéu por el de Florentino Pérez o lo destierran a la Isla de Elba sin más entretenimiento que las Obras completas de Jorge Valdano.
lunes, 4 de mayo de 2009
Confesiones tras la euforia
Fue Larra, escritor suicida, el que dijo que quien escribe en Madrid llora. Me viene a la cabeza la famosa frase del malogrado escritor – cuánto hizo en 27 años de vida – porque quien escribe en Las triadas – posiblemente el mejor blog de fútbol del mundo. O no – confiesa. O por lo menos eso hago yo: confesión desde el punto más álgido de la sinceridad. Confieso, pues, que la resaca del derby está creándome más dolores de cabeza de los que puede parecer. Fui un niño con pijama – no a rayas – saltando del sofá a la butaca en aquel instante en el que el balón giraba en la red de Wembley tras un cañonazo de Koeman. Aquel alboroto, en cualquier otro momento, hubiese supuesto una reprimenda de mis progenitores; no fue el caso, pues en mis ojos se reflejaba la felicidad de un niño que siempre soñó ser Stoichkov y que veía a Cruyff como un Dios terrenal aficionado a los chupa chups.
Aquel niño se hizo grande y tras las tempestades del Dream Team vino la amarga calma de los últimos años del Nuñismo, una condena que acabó firmando aquel seguidor patológicamente cegado llamado Joan Gaspart.
Es por eso que en mis entrañas vive ese ser diminuto y cabrón que todo barcelonista tiene. Algunos lo llaman pesimismo futbolístico, yo le llamo barcelonismo. Sin más. Tras esta confesión de aguafiestas que entrelíneas intenta aclarar que a estas alturas hemos ganado un título menos que el Real Madrid – si podemos considerara la Supercopa de España como tal -, reconozco haber revivido por tercera vez en 27 años el tacto del pijama sobre una piel que ya en nada se parece a la de aquel niño del 92.
El tiempo no sólo me envejece, sino que me hace peor persona: más desilusionado, inseguro, distante y temeroso; sólo el Barça recupera la inocencia de un niño descalzo saltando entre sofás. Lejano al pesimismo.
Pero dura poco ese estado de ánimo plácido: ese bicho cabrón anda gritándome desde hace tiempo la alineación del Chelsea en Stamford Bridge; menos mal que pensando en Iniesta, Xavi, Messi, Eto’o, Henry y un largísimo etcétera algo me dice que en el futuro me esperan momentos de gloria.
PD: Pese al partidazo de Lass Diarra – lástima aquel error que propició el gol de Messi – no fue éste el mejor jugador del Real Madrid el pasado sábado. El mejor, sin lugar a dudas, fue la afición, y no es la primera vez. Despidieron a Iniesta entre aplausos y los jugadores barcelonistas pudieron celebrar la victoria en el césped del Bernabéu sin que una lluvia de objetos aguara la fiesta. Una vez más el respeto, el señorío y la educación del Bernabéu debe ser un ejemplo a seguir.
Aquel niño se hizo grande y tras las tempestades del Dream Team vino la amarga calma de los últimos años del Nuñismo, una condena que acabó firmando aquel seguidor patológicamente cegado llamado Joan Gaspart.
Es por eso que en mis entrañas vive ese ser diminuto y cabrón que todo barcelonista tiene. Algunos lo llaman pesimismo futbolístico, yo le llamo barcelonismo. Sin más. Tras esta confesión de aguafiestas que entrelíneas intenta aclarar que a estas alturas hemos ganado un título menos que el Real Madrid – si podemos considerara la Supercopa de España como tal -, reconozco haber revivido por tercera vez en 27 años el tacto del pijama sobre una piel que ya en nada se parece a la de aquel niño del 92.
El tiempo no sólo me envejece, sino que me hace peor persona: más desilusionado, inseguro, distante y temeroso; sólo el Barça recupera la inocencia de un niño descalzo saltando entre sofás. Lejano al pesimismo.
Pero dura poco ese estado de ánimo plácido: ese bicho cabrón anda gritándome desde hace tiempo la alineación del Chelsea en Stamford Bridge; menos mal que pensando en Iniesta, Xavi, Messi, Eto’o, Henry y un largísimo etcétera algo me dice que en el futuro me esperan momentos de gloria.
PD: Pese al partidazo de Lass Diarra – lástima aquel error que propició el gol de Messi – no fue éste el mejor jugador del Real Madrid el pasado sábado. El mejor, sin lugar a dudas, fue la afición, y no es la primera vez. Despidieron a Iniesta entre aplausos y los jugadores barcelonistas pudieron celebrar la victoria en el césped del Bernabéu sin que una lluvia de objetos aguara la fiesta. Una vez más el respeto, el señorío y la educación del Bernabéu debe ser un ejemplo a seguir.
sábado, 2 de mayo de 2009
Dos de mayo en Madrid: la batalla decisiva por la Liga
La casualidad es tan caprichosa como impredecible. Hay quienes piensan que éstas no ocurren porque sí; me permito la licencia de pensar lo contrario. Estaremos todos de acuerdo en que, lejos de veleidades literarias, hay encuentros en el tiempo que alargan a uno la sonrisa. Hoy es dos de mayo, y hoy, en Madrid, se libra la batalla más dura de la liga: el gran clásico del fútbol mundial. Quizás en un futuro quede por superar algún Bailén - la batalla donde un buen puñado de navajas de palmo y medio acabó con la hegemonia del ejército imperial francés. Ahí es nada -, sobre todo si la victoria es para el Real Madrid; pero este dos de mayo es más decisivo de lo que puede parecer.
La maquinaria propagandística de la capital puso en marcha tras la victoria del Real Madrid en Sevilla una campaña de exaltación y manifiesto optimismo. Su reacción no me sorprende, al fin y al cabo es así, y sólo así, como los periódicos se venden como churros. Pero sí me parece terriblemente preocupante la poca falta de autoestima con la que el entorno blaugrana se presenta en Chamartín. No es mi intención pecar de parcial, pero la comparación entre la temporada de los dos grandes de España no deja dudas: FCB: juego espectacular, vivo en tres competiciones en el mes de mayo; RMCF: Irún, Liverpool, dos presidente, dos entrenadores y muchas dudas sobre su juego desde septiembre.
Pero ahí está la diferencia entre hoy y cualquier otro día. Madrid hoy no olerá a pólvora y muerte, sino a ilusión; las banderitas, bufandas y cánticos serán el sustituto de las tripas de los caballos y la sangre que se esparcieron por el empedrado de la Villa y Corte. Una ciudad que hoy celebra su día de la Comunidad, en conmemoración a aquel trágico y definitivo 2 de mayo de 1808 donde el destino de España cambió por completo. Hoy se decidirá la liga en el fortín del Bernabéu, queda lejos el parque de Monteleón, pero el clima bélico - entiéndaseme - y los nervios estomacales previos a la batalla volverán a estar vivos doscientos un años después.
"Así como uno cambia de gustos, de pareja, de convicciones, de ideas y aun de ideologías, de lo que nunca cambia es de equipo favorito de fútbol." Manuel Vázquez-Montalbán
La maquinaria propagandística de la capital puso en marcha tras la victoria del Real Madrid en Sevilla una campaña de exaltación y manifiesto optimismo. Su reacción no me sorprende, al fin y al cabo es así, y sólo así, como los periódicos se venden como churros. Pero sí me parece terriblemente preocupante la poca falta de autoestima con la que el entorno blaugrana se presenta en Chamartín. No es mi intención pecar de parcial, pero la comparación entre la temporada de los dos grandes de España no deja dudas: FCB: juego espectacular, vivo en tres competiciones en el mes de mayo; RMCF: Irún, Liverpool, dos presidente, dos entrenadores y muchas dudas sobre su juego desde septiembre.
Pero ahí está la diferencia entre hoy y cualquier otro día. Madrid hoy no olerá a pólvora y muerte, sino a ilusión; las banderitas, bufandas y cánticos serán el sustituto de las tripas de los caballos y la sangre que se esparcieron por el empedrado de la Villa y Corte. Una ciudad que hoy celebra su día de la Comunidad, en conmemoración a aquel trágico y definitivo 2 de mayo de 1808 donde el destino de España cambió por completo. Hoy se decidirá la liga en el fortín del Bernabéu, queda lejos el parque de Monteleón, pero el clima bélico - entiéndaseme - y los nervios estomacales previos a la batalla volverán a estar vivos doscientos un años después.
"Así como uno cambia de gustos, de pareja, de convicciones, de ideas y aun de ideologías, de lo que nunca cambia es de equipo favorito de fútbol." Manuel Vázquez-Montalbán
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