Como ya comentamos de pasada en el anterior post, Abel Resino ha sido destituido. Ha sido el primero en serlo en Primera División, en la jornada 7. Aunque no por pronto menos justificado.
El Levante no ha jugado a nada en ninguna de las jornadas que llevamos disputadas. Sólo ha conseguido sacar un punto contra el Murcia y no conoce la victoria. Lo más preocupante, de todas formas, no han sido los resultados, sino el juego del equipo, de hecho, el no-juego del equipo.
El Levante se ha reforzado con una mezcla de veteranía y juventud. Ha conseguido la cesión de Robusté, un central que ya tuvo sus minutos en primera el año pasado con el Espanyol y ha fichado a Pedro León que se salió el año pasado en el Murcia, a Geijo, procedente del Xerez y a Javi Fuego, del Sporting de Gijón. Pero sobretodo ha fichado veteranía, jugadores curtidos y con experiencia, tanto en Italia como en España y no sé si le ha salido del todo bien. En la portería se han reforzado con Storari y Kujovic, ambos rondando la treintena, en defensa Juanma del Recre, David del Sevilla y Cirillo, un italiano de 30 años procedente del fútbol griego. El mediocampo ha sido el que más cambios ha experimentado con la llegada de los mencionados Fuego y León, Miguel Ángel del Betis y Sávio y Viqueira que forman, junto a Tommassi la nómina de 33-añeros en el centro del campo levantinista. Para reforzar la delantera Geijo, Arvelzadze y Riganò, estos dos últimos superan con creces la treintena.
Seguramente Abel no ha tenido demasiado que ver en la confección de la plantilla pero aún así parece que los jóvenes son más aprovechables de lo que lo han sido con el ya ex-técnico levantinista y que, en general, se puede sacar algo más de jugo de toda la plantilla. Su sustituto, como no podía ser de otra manera, un italiano, De Biasi, entrenador del Torino que ya ha llegado a un acuerdo con el Levante a falta de desvincularse del equipo italiano. Un técnico de perfil bajo que ha entrenado a equipos pequeños en el Calcio y que llega con contrato hasta final de temporada, renovable si logra salvar al equipo. Tarea difícil pero no imposible.
El Levante no ha jugado a nada en ninguna de las jornadas que llevamos disputadas. Sólo ha conseguido sacar un punto contra el Murcia y no conoce la victoria. Lo más preocupante, de todas formas, no han sido los resultados, sino el juego del equipo, de hecho, el no-juego del equipo.
El Levante se ha reforzado con una mezcla de veteranía y juventud. Ha conseguido la cesión de Robusté, un central que ya tuvo sus minutos en primera el año pasado con el Espanyol y ha fichado a Pedro León que se salió el año pasado en el Murcia, a Geijo, procedente del Xerez y a Javi Fuego, del Sporting de Gijón. Pero sobretodo ha fichado veteranía, jugadores curtidos y con experiencia, tanto en Italia como en España y no sé si le ha salido del todo bien. En la portería se han reforzado con Storari y Kujovic, ambos rondando la treintena, en defensa Juanma del Recre, David del Sevilla y Cirillo, un italiano de 30 años procedente del fútbol griego. El mediocampo ha sido el que más cambios ha experimentado con la llegada de los mencionados Fuego y León, Miguel Ángel del Betis y Sávio y Viqueira que forman, junto a Tommassi la nómina de 33-añeros en el centro del campo levantinista. Para reforzar la delantera Geijo, Arvelzadze y Riganò, estos dos últimos superan con creces la treintena.
Seguramente Abel no ha tenido demasiado que ver en la confección de la plantilla pero aún así parece que los jóvenes son más aprovechables de lo que lo han sido con el ya ex-técnico levantinista y que, en general, se puede sacar algo más de jugo de toda la plantilla. Su sustituto, como no podía ser de otra manera, un italiano, De Biasi, entrenador del Torino que ya ha llegado a un acuerdo con el Levante a falta de desvincularse del equipo italiano. Un técnico de perfil bajo que ha entrenado a equipos pequeños en el Calcio y que llega con contrato hasta final de temporada, renovable si logra salvar al equipo. Tarea difícil pero no imposible.
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