Tras diez temporadas consecutivas sin repetir entrenador este año se ha producido un hecho histórico: Aguirre ha seguido en el banquillo colchonero. Y lo ha hecho a pesar de que gran parte de la afición estaba en contra y culpaban al mejicano de los males del equipo.
El año pasado el Atleti volvió a naufragar. Y lo hizo por lo de siempre, el listón de exigencia estaba demasiado alto. Por presupuesto el equipo del Manzanares (por poco tiempo) es, seguramente, el tercero de España. Como cada verano se gastó muchos millones de euros en numerosos fichajes y como cada año los jugadores se acabaron escondiendo detrás de Fernando Torres.
Este verano era el bueno, el de la consolidación. Por fin se impuso la cordura y se mantuvo a un entrenador que había llevado a Osasuna a la Champions League. Se fichaban jugadores de renombre (como siempre) y se había alcanzado in extremis el objetivo de estar en Europa (vía Intertoto). Pero el Niño decidió que estaba harto de promesas incumplidas y de equipazos en los que luego él era el único que daba la cara y se marchó. Al Liverpool de Rafa Benítez que se dejó 6000 millones de las antiguas pesetas en el fichaje del delantero madrileño. Empezaba una nueva etapa.
El Atleti rápidamente reaccionó, fichó a Forlán para que acompañara a Agüero en la delantera. El argentino se salió en el Mundial sub-20 y demostró que tiene sitio en el Atleti. Vinieron también Luis García, Reyes, Raul García, Abbiati, Cleber Santana, Motta y Simao. Se fueron, además de Torres, gente mediocre como Costinha o Galletti y algún jugador que decepcionó en su paso por el Calderón como Petrov, Gabi o Luccin. A priori, habían mejorado con los fichajes (pero esa sensación es habitual por esos lares cada verano) y la ausencia de Torres no debería notarse y serviría para que gente como el Kun o Maniche dieran un paso al frente.
Y parece que lo han hecho. Tanto en pretemporada como en las primeras jornadas de Liga el Atlético está demostrando que estará en la zona alta de la tabla. Sólo Santana y Abbiati parece que no mejoran nada de lo que había pero el italiano está cedido y al brasileño ya se el busca salida en Diciembre para hacer hueco a Lucas Biglia, mediocentro argentino del Anderlecht.
No parece que el Atleti, al menos en principio, pueda disputar el título a Barça y Madrid pero está en el escalón inmediatamente inferior de Valencia y Villarreal (incluso Espanyol si mantiene el nivel) acechando ante un bajón de resultados, nada descabellado por otra parte, de los dos grandes. Este año quizás deberían conformarse con la Champions para el año que viene intentar de manera definitiva el asalto al título.
El año pasado el Atleti volvió a naufragar. Y lo hizo por lo de siempre, el listón de exigencia estaba demasiado alto. Por presupuesto el equipo del Manzanares (por poco tiempo) es, seguramente, el tercero de España. Como cada verano se gastó muchos millones de euros en numerosos fichajes y como cada año los jugadores se acabaron escondiendo detrás de Fernando Torres.
Este verano era el bueno, el de la consolidación. Por fin se impuso la cordura y se mantuvo a un entrenador que había llevado a Osasuna a la Champions League. Se fichaban jugadores de renombre (como siempre) y se había alcanzado in extremis el objetivo de estar en Europa (vía Intertoto). Pero el Niño decidió que estaba harto de promesas incumplidas y de equipazos en los que luego él era el único que daba la cara y se marchó. Al Liverpool de Rafa Benítez que se dejó 6000 millones de las antiguas pesetas en el fichaje del delantero madrileño. Empezaba una nueva etapa.
El Atleti rápidamente reaccionó, fichó a Forlán para que acompañara a Agüero en la delantera. El argentino se salió en el Mundial sub-20 y demostró que tiene sitio en el Atleti. Vinieron también Luis García, Reyes, Raul García, Abbiati, Cleber Santana, Motta y Simao. Se fueron, además de Torres, gente mediocre como Costinha o Galletti y algún jugador que decepcionó en su paso por el Calderón como Petrov, Gabi o Luccin. A priori, habían mejorado con los fichajes (pero esa sensación es habitual por esos lares cada verano) y la ausencia de Torres no debería notarse y serviría para que gente como el Kun o Maniche dieran un paso al frente.
Y parece que lo han hecho. Tanto en pretemporada como en las primeras jornadas de Liga el Atlético está demostrando que estará en la zona alta de la tabla. Sólo Santana y Abbiati parece que no mejoran nada de lo que había pero el italiano está cedido y al brasileño ya se el busca salida en Diciembre para hacer hueco a Lucas Biglia, mediocentro argentino del Anderlecht.
No parece que el Atleti, al menos en principio, pueda disputar el título a Barça y Madrid pero está en el escalón inmediatamente inferior de Valencia y Villarreal (incluso Espanyol si mantiene el nivel) acechando ante un bajón de resultados, nada descabellado por otra parte, de los dos grandes. Este año quizás deberían conformarse con la Champions para el año que viene intentar de manera definitiva el asalto al título.
2 comentarios:
El Atleti HA repetido entrenador en los últimos 10 años, Luis Aragonés.
¿Dos años seguidos? ¿Puede ser que fuera los dos años en Segunda? Lo miraré pero confirma la teoría de que si repites consigues algo, aunque solo sea regresar a Primera
Publicar un comentario