Ruud Van Nistelrooy llegó la temporada pasada al Real Madrid con 30 años procedente del Manchester United por 15 millones de euros. Tras una brillantísima trayectoria tanto en Holanda como en Inglaterra muchos creímos que su momento había pasado, que comenzaba su decadencia (más o menos lo que ha pasado este año con Henry). Aún así no dudábamos de su capacidad goleadora. Nunca será capaz de hacer una jugada a lo Ronaldo pero siempre está ahí para completar el pase de la muerte.
Van Nistelrooy tiene ese instinto de los grandes goleadores que le permite estar siempre donde tiene que estar para rematar el balón y marcar. El año pasado acabó la temporada siendo Pichichi con 25 goles. 25 goles en el Madrid de Capello, donde se pasaba los partidos sólo arriba luchando contra los defensas sin apoyo de ningún otro delantero. Metió goles de todos los colores y contribuyó enormemente al triunfo final del Real Madrid en la Liga.
Este año más de lo mismo, lleva 4 goles entre Liga y Champions ya y ayer consiguió los dos que sirvieron para llevarse un punto del Olímpico de Roma ante un Lazio en horas bajas y en un partido en el que el Madrid jugó francamente mal. Pero ahí estaba él, para meter un gol a los seis minutos tras una falta lateral que no consiguió desviar nadie hasta que cayó en su pie y marcar el segundo tras un pase de Raúl, batiendo sin problemas al veteranísimo portero del equipo romano.
Y suma y sigue, son 56 los goles que Van Nistelrooy ha anotado en Copa de Europa, lo que le convierte en el tercer máximo goleador de la historia del torneo detrás de Raúl y Schevchenko. Un goleador de los clásicos, de los de verdad, de los que siempre gusta tener en tu equipo.
Van Nistelrooy tiene ese instinto de los grandes goleadores que le permite estar siempre donde tiene que estar para rematar el balón y marcar. El año pasado acabó la temporada siendo Pichichi con 25 goles. 25 goles en el Madrid de Capello, donde se pasaba los partidos sólo arriba luchando contra los defensas sin apoyo de ningún otro delantero. Metió goles de todos los colores y contribuyó enormemente al triunfo final del Real Madrid en la Liga.
Este año más de lo mismo, lleva 4 goles entre Liga y Champions ya y ayer consiguió los dos que sirvieron para llevarse un punto del Olímpico de Roma ante un Lazio en horas bajas y en un partido en el que el Madrid jugó francamente mal. Pero ahí estaba él, para meter un gol a los seis minutos tras una falta lateral que no consiguió desviar nadie hasta que cayó en su pie y marcar el segundo tras un pase de Raúl, batiendo sin problemas al veteranísimo portero del equipo romano.
Y suma y sigue, son 56 los goles que Van Nistelrooy ha anotado en Copa de Europa, lo que le convierte en el tercer máximo goleador de la historia del torneo detrás de Raúl y Schevchenko. Un goleador de los clásicos, de los de verdad, de los que siempre gusta tener en tu equipo.
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