jueves, 10 de abril de 2008

Cuartos de final Champions League. Vuelta

Antes que nada comentar rápidamente la jornada liguera (estuve de viaje el fin de semana así que no puedo extenderme). El Madrid volvió a pinchar y el Barça y el Villarreal volvieron a desaprovechar la ocasión de acercarse. Como casi siempre. El Zaragoza cae por primera vez en puestos de descenso, muy mala pinta tiene. El Murcia ganó al Valencia y sigue soñando con la salvación mientras que el Atleti, con goleada incluída, se aferra a su plaza de Champions.

Ahora sí, vamos con la Champions. Ya estan definidas las semifinales: Liverpool-Chelsea y Manchester Utd-Barça. Que sean tres equipos ingleses y un español habla bien a las claras de cual es la mejor liga del mundo. Y si además pudiste disfrutar del Arsenal-Liverpool del martes lo tendrás más claro todavía.

Partidazo en Anfield en que pudo pasar de todo y en el que un penalti cuanto menos dudoso a favor del Liverpool decantó la balanza hacía los Reds, 4-2. El Arsenal de Cesc se vio mermado por las lesiones (Eduardo, Rosicky desde hace tiempo y Flamini durante el partido) y apunto estuvo de sorprender a los de Benítez. Un partido por todo lo alto, digno de Champions.

El Chelsea-Fenerbahce acabó 2-0 y cumplió los pronósticos que daban como favoritísimo a los de Abramovich. Los turcos pusieron todo lo que tenían pero se estrellaron en un inspiradísimo Hilario mientras que los ingleses marcaron nada más empezar el partido poniendo así la eliminatoria cuesta abajo. A partir del 2-0, mediada la segunda parte, el Fenerbahce bajó los brazos. Gran trayectoria la de los estambulís en Champions este año.

El Manchester Utd-Roma no tuvo mucha historia después del 0-2 de la ida. Y más cuando De Rossi falló un penalti a la media hora de partido con 0-0 en el marcador. Al final gol de Tévez y 0-1 para el Manchester en un partido en que Ferguson reservó a Scholes, Cristiano Ronaldo y Rooney.

El Barça venció nuevamente 1-0 al Schalke y certificó su pase a semis. Se aferra a la Champions para arreglar (y de qué manera) una temporada traumática. Lo peor fue la sensación de incapacidad que deja el Barça de cara a puerta. Atacó y atacó y cual equipo pequeño, no consiguió batir a Neuer más que una sola vez en una jugada embarullada. ¡Que Dios nos pille confesados contra el Manchester Utd!

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