Si por un lado del cuadro la semifinal parece más o menos decidida por el otro todo está en el aire.
El Manchester United venció en Roma a la Roma por 0-2. Dominaron los italianos todo el partido pero no tuvieron acierto ni pegada. Todo lo contrario los ingleses que en prácticamente en las dos primeras ocasiones que tuvieron colocaron el 0-2 en el marcador. A partir de ahí, mediada la segunda parte, la Roma se vino un poco abajo y pudieron haber perdido la eliminatoria definitivamente. De todas formas, la lección dada por los de Ferguson de juego "europeo" de asegurar atrás y tener efectividad arriba frente a su habitual juego alegre y despreocupado coloca al Manchester United como máximo favorito al título continental.
En el mismo lado del cuadro, en el otro partido, el Barça se impuso en Gelsenkirchen al Schalke04 por 0-1. Marcó un gol pronto, Bojan a los 11 minutos, y se dedicó a no perder. En la primera parte tuvo el control del partido y consiguió mantener al Schalke de las inmediaciones de Valdés. Mantuvo el balón y no pasó demasiados apuros. Pero como viene siendo habitual en la segunda parte un paso adelante de los alemanes desarboló al Barça. La presión del centro del campo alemán pudo con Xavi e Iniesta y estos no consiguieron tener el balón controlado en ningún momento. Al igual que contra el Betis, el Barça se dedicaba a despejar balones y ni Eto'o ni Henry ni Bojan podían hacer demasiado arriba. Eso sí, a diferencia de contra los verdiblancos, la defensa estuvo más entonada, Milito no es Thuram y se notó. No juega el Barça del todo mal la parte de "asegurar atrás", eso sí, la de salir a la contra y machacar no se ve por ninguna parte.
El Arsenal y el Liverpool jugaron ayer la eliminatoria inglesa de estos cuartos de final. En el Emirates Stadium dominaron los gunners durante todo el partido pero el 1-1 final deja como favoritos a los de Rafa Benítez. El Liverpool estuvo bien replegado atrás y tuvo la suerte de que justo después del gol de Adebayor que adelantaba a los locales Kuijt pudo marcar gracias a un jugadón de Gerrard. La táctica de Benítez se impuso a la técnica del Arsenal. Aún así, se vio un partidazo en el que todos los jugadores se dejaron la piel hasta el último minuto, un partido intenso que deja la eliminatoria abierta con ligera inclinación hacia Merseyside. Un dato curioso, había más jugadores españoles (Almunia, Cesc, Torres, Reina y Xabi Alonso) en el campo que ingleses (Carragher, Gerrard y Walcott).
La pasión turca, la lucha y el sacrificio, y la calidad de Deivid dieron la victoria por 2-1 al Fenerbahce frente al Chelsea. El partido empezó mal para los turcos cuando Deivid se metió un gol en propia meta que adelantaba a los ingleses. A partir de ahí el dominio para los otomanos y las ocasiones para los británicos. Perdonaron varias veces Drogba y compañía y lo pagaron caro. Kazim empató el partido y Deivid, con un golazo que le redimía del que se había marcado en propia puerta, avanzó al Fenerbahce y estableció el definitivo 2-1. Ahora el Chelsea está obligado a remontar en Londres y los turcos llegan con la moral por las nubes. De todas formas, en buena lógica debería ser el equipo de Abramovich el que pasara a semifinales.
El Manchester United venció en Roma a la Roma por 0-2. Dominaron los italianos todo el partido pero no tuvieron acierto ni pegada. Todo lo contrario los ingleses que en prácticamente en las dos primeras ocasiones que tuvieron colocaron el 0-2 en el marcador. A partir de ahí, mediada la segunda parte, la Roma se vino un poco abajo y pudieron haber perdido la eliminatoria definitivamente. De todas formas, la lección dada por los de Ferguson de juego "europeo" de asegurar atrás y tener efectividad arriba frente a su habitual juego alegre y despreocupado coloca al Manchester United como máximo favorito al título continental.
En el mismo lado del cuadro, en el otro partido, el Barça se impuso en Gelsenkirchen al Schalke04 por 0-1. Marcó un gol pronto, Bojan a los 11 minutos, y se dedicó a no perder. En la primera parte tuvo el control del partido y consiguió mantener al Schalke de las inmediaciones de Valdés. Mantuvo el balón y no pasó demasiados apuros. Pero como viene siendo habitual en la segunda parte un paso adelante de los alemanes desarboló al Barça. La presión del centro del campo alemán pudo con Xavi e Iniesta y estos no consiguieron tener el balón controlado en ningún momento. Al igual que contra el Betis, el Barça se dedicaba a despejar balones y ni Eto'o ni Henry ni Bojan podían hacer demasiado arriba. Eso sí, a diferencia de contra los verdiblancos, la defensa estuvo más entonada, Milito no es Thuram y se notó. No juega el Barça del todo mal la parte de "asegurar atrás", eso sí, la de salir a la contra y machacar no se ve por ninguna parte.
El Arsenal y el Liverpool jugaron ayer la eliminatoria inglesa de estos cuartos de final. En el Emirates Stadium dominaron los gunners durante todo el partido pero el 1-1 final deja como favoritos a los de Rafa Benítez. El Liverpool estuvo bien replegado atrás y tuvo la suerte de que justo después del gol de Adebayor que adelantaba a los locales Kuijt pudo marcar gracias a un jugadón de Gerrard. La táctica de Benítez se impuso a la técnica del Arsenal. Aún así, se vio un partidazo en el que todos los jugadores se dejaron la piel hasta el último minuto, un partido intenso que deja la eliminatoria abierta con ligera inclinación hacia Merseyside. Un dato curioso, había más jugadores españoles (Almunia, Cesc, Torres, Reina y Xabi Alonso) en el campo que ingleses (Carragher, Gerrard y Walcott).
La pasión turca, la lucha y el sacrificio, y la calidad de Deivid dieron la victoria por 2-1 al Fenerbahce frente al Chelsea. El partido empezó mal para los turcos cuando Deivid se metió un gol en propia meta que adelantaba a los ingleses. A partir de ahí el dominio para los otomanos y las ocasiones para los británicos. Perdonaron varias veces Drogba y compañía y lo pagaron caro. Kazim empató el partido y Deivid, con un golazo que le redimía del que se había marcado en propia puerta, avanzó al Fenerbahce y estableció el definitivo 2-1. Ahora el Chelsea está obligado a remontar en Londres y los turcos llegan con la moral por las nubes. De todas formas, en buena lógica debería ser el equipo de Abramovich el que pasara a semifinales.
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