Viva el fútbol, y el Geta.

No me sale frase más acertada después de lo que vi, sentí, oí, disfruté y me entristecí ayer: el Getafe es el orgullo del fútbol Español. No hay duda. Ayer no sólo toda España era del Getafe, Europa entera quería que aquel equipo "pequeño" - su presupuesto es un poco mayor que lo que costó Ribéry este verano al Bayern de Munich - que juega tan buen fútbol como el que jugaba su entrenador en aquellos tiempos que maravillaba al mundo con sus croquetas y pases imposibles, acabara hundiendo a un Bayern, en la mayoría de ocasiones, impotente. Ayer me fui a la cama triste, con esa tristeza futbolística que intentas achicar pensando en que sólo es un deporte, no has perdido nada importante en tu vida, es un simple partido; pero ayer era imposible. No era un partido, fue El Partido, con mayúsculas. La última piedra que le quedaba a David para lanzar a Goliat y noquearlo.

Después de acabar con esa tristeza reflexionando con la almohada, hoy soy más optimista. La derrota sólo es una anécdota, triste pero no puede empañar el partido. Un partido de 110 minutos con 10 jugadores. Lástima De La Red, lo dijo Paco González: me gustaría haber visto este partido con once getafenses en el campo. Y más con el jugador de moda del club. Pero ayer había otro que no puede quedarse sin vacunarse contra la garrapata suiza. Casquero tiene que ir entre los seleccionados por Luis Aragonés, porque se lo merece y porque ahora mismo está entre los mejores jugadores españoles sin duda ninguna. ¿Y Cortés? ¿Cuántos kilómetros hizo el lateral extremeño? ¿Y Belenguer? ¿Cuántas noches soñará Luca Toni con el central, pese a los goles del gigantón? ¿Y Cellestini, y Linch, y Mario Cotello, y Braulio y…? Lástima lo del Pato, pero, como la derrota, me quedo con el estrepitoso fallo del portero como una anécdota más. Aunque para muchos no lo sea.

Lo dicho: el orgullo de España, del fútbol español y el último eslabón del precioso fútbol de toque que ha paseado por los campos de Europa. El futuro se portará mejor con el Getafe, estoy seguro.