El pasado día 19 de Julio se cumplían 200 años de la mítica y épica Batalla de Bailen. Esta batalla es históricamente imprescindible porque sin ella los españoles jamás podrían haber echado al ejército napoleónico de la Península Ibérica, contando, además, que fue la primera derrota del Imperio Francés. En aquel momento el más temido, odiado y fuerte del mundo. Cuentan que Napoleón no daba crédito a lo que estaba sucediendo: las tropas dirigidas por Dupont estaban siendo derrotadas por unas hordas de bandoleros, rufianes y manolos patilludos que bajaban de la sierra – la cual conocían como su mano y esa es la clave: el ejército francés jamás supo dónde estaba el enemigo pero éste sí sabía dónde estaban los que tenían que degollar – a enfrentarse a machetazos contra los que ocupaban sus tierras y trataban a sus ciudadanos con una prepotencia, cuentan, insolente. La que Napoleón creyó que sería su batalla más fácil, acabó siendo el principio de su fin.
Espero se me permita este guiño histórico aprovechando el bicentenario, para hablar de dos temas transcendentes que últimamente traen de cabeza a los despachos de Concha Espina y del Camp Nou. Hablo del Caso Cristiano Ronaldo y el de Samuel Eto’o. ¿Qué tienen en común la Batalla de Bailén, Ronaldo y Eto’o? Que las cosas no siempre son tan fáciles como parecen.
Si hacemos memoria – de nuevo – y miramos cómo fueron los fichajes de Zidane o Figo, podemos hablar de que el posible fichaje de Cristiano Ronaldo puede ser, o hubiese sido, el fichaje más fácil de un galáctico en la historia del Real Madrid. Nunca antes un jugador tan importante para su club, en este caso el Manchester, ha dejado tan claro qué club quiere abandonar y en qué club quiere jugar. El Real Madrid, como casi siempre, jugó bien sus fichas: dejó que el jugador tomara su decisión y al ver que la posición fue tan clara desde el inicio por parte de éste, el club blanco dijo que era un jugador que le interesaba pero que no meterían la cabeza en el asunto hasta que llegara el acuerdo entre Manchester y Ronaldo. Sólo la cabezonería de Alex Fergusson - un bocazas como la copa de un pino – puede impedir, o ha impedido, que el jugador acabe vistiendo de blanco. Parece ser que el fichaje más fácil de un galáctico por el Real Madrid baja enteros, pero aún hay puertas abiertas. Yo soy de los que piensan que el jugador siempre juega donde quiere, o, lo que es lo mismo, juega donde gana más dinero, así que no se pude decir que el fichaje sea imposible. Veremos cómo acaba el culebrón del verano.
Joan Laporta también tiene su puntito napoleónico. O quizás, siendo justos, debería ser Guardiola el que tome posesión como Emperador. Pep dejó claro su estilo desde el primer momento, de hecho en la presentación como técnico blaugrana avisó que haría el equipo sin pensar en los posibles descartes. Éstos eran, ni más ni menos, que Ronaldinho, Deco y Eto’o, entre otros. Los dos primeros ya están liquidados, mal o bien vendidos la era Guardiola necesitaba quitarse vacas sagradas de encima y así fue. Con Eto’o no será tan fácil como los demás, ni tampoco tan sencillo como se podía prever. De hecho el camerunés está en la pretemporada blaugrana, ha jugado los dos partidos en Escocia e incluso ha marcado y ha llevado el brazalete de capitán. Principalmente hay dos escollos que frenan su venta: los clubes saben que el Barça quiere vender, y apuran hasta el final para rebajar el precio del delantero; a esto se le añade que varios pesos pesados de la plantilla han dicho que Samuel tendría que quedarse y las encuestas en la calle – al contrario de lo que se podía pensar en aquel último partido de liga disputado en el Camp Nou donde se pitó al jugador – dan claras señales de que la afición cree que el mejor nueve del Barça no hay que ficharlo sino retenerlo. Laporta no está como para jugar a ser un presidente sin oídos, necesita más que nunca ser un presidente populista y hacerles caso a los aficionados si no quiere escuchar pitos ya desde el inicio, en el trofeo Joan Gamper por ejemplo. Lo que parecía ser una limpieza fácil de vacas sagradas se convertirá en el problema de las oficinas blaugranas este verano. Huele a que Samuel se queda, y mi opinión sobre el tema es que como no hay posibilidades a una posible compra de un nueve como Samuel, mejor que se quede. Se merece una segunda oportunidad, quizás más que otros que ya se les ha concedido más de una.
Espero se me permita este guiño histórico aprovechando el bicentenario, para hablar de dos temas transcendentes que últimamente traen de cabeza a los despachos de Concha Espina y del Camp Nou. Hablo del Caso Cristiano Ronaldo y el de Samuel Eto’o. ¿Qué tienen en común la Batalla de Bailén, Ronaldo y Eto’o? Que las cosas no siempre son tan fáciles como parecen.
Si hacemos memoria – de nuevo – y miramos cómo fueron los fichajes de Zidane o Figo, podemos hablar de que el posible fichaje de Cristiano Ronaldo puede ser, o hubiese sido, el fichaje más fácil de un galáctico en la historia del Real Madrid. Nunca antes un jugador tan importante para su club, en este caso el Manchester, ha dejado tan claro qué club quiere abandonar y en qué club quiere jugar. El Real Madrid, como casi siempre, jugó bien sus fichas: dejó que el jugador tomara su decisión y al ver que la posición fue tan clara desde el inicio por parte de éste, el club blanco dijo que era un jugador que le interesaba pero que no meterían la cabeza en el asunto hasta que llegara el acuerdo entre Manchester y Ronaldo. Sólo la cabezonería de Alex Fergusson - un bocazas como la copa de un pino – puede impedir, o ha impedido, que el jugador acabe vistiendo de blanco. Parece ser que el fichaje más fácil de un galáctico por el Real Madrid baja enteros, pero aún hay puertas abiertas. Yo soy de los que piensan que el jugador siempre juega donde quiere, o, lo que es lo mismo, juega donde gana más dinero, así que no se pude decir que el fichaje sea imposible. Veremos cómo acaba el culebrón del verano.
Joan Laporta también tiene su puntito napoleónico. O quizás, siendo justos, debería ser Guardiola el que tome posesión como Emperador. Pep dejó claro su estilo desde el primer momento, de hecho en la presentación como técnico blaugrana avisó que haría el equipo sin pensar en los posibles descartes. Éstos eran, ni más ni menos, que Ronaldinho, Deco y Eto’o, entre otros. Los dos primeros ya están liquidados, mal o bien vendidos la era Guardiola necesitaba quitarse vacas sagradas de encima y así fue. Con Eto’o no será tan fácil como los demás, ni tampoco tan sencillo como se podía prever. De hecho el camerunés está en la pretemporada blaugrana, ha jugado los dos partidos en Escocia e incluso ha marcado y ha llevado el brazalete de capitán. Principalmente hay dos escollos que frenan su venta: los clubes saben que el Barça quiere vender, y apuran hasta el final para rebajar el precio del delantero; a esto se le añade que varios pesos pesados de la plantilla han dicho que Samuel tendría que quedarse y las encuestas en la calle – al contrario de lo que se podía pensar en aquel último partido de liga disputado en el Camp Nou donde se pitó al jugador – dan claras señales de que la afición cree que el mejor nueve del Barça no hay que ficharlo sino retenerlo. Laporta no está como para jugar a ser un presidente sin oídos, necesita más que nunca ser un presidente populista y hacerles caso a los aficionados si no quiere escuchar pitos ya desde el inicio, en el trofeo Joan Gamper por ejemplo. Lo que parecía ser una limpieza fácil de vacas sagradas se convertirá en el problema de las oficinas blaugranas este verano. Huele a que Samuel se queda, y mi opinión sobre el tema es que como no hay posibilidades a una posible compra de un nueve como Samuel, mejor que se quede. Se merece una segunda oportunidad, quizás más que otros que ya se les ha concedido más de una.
1 comentario:
que vuelvan gaspart y lorenzo sanz por favor,menos hipocresia entre clubs enemigos eternos y mas leña al fuego ¡ futbol es futbol ¡
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