A poco que estéis un poco enterados de la actualidad deportiva sabréis que Juan Villalonga (ex-compañero de clase de Aznar y ex-presidente de Telefónica) se ha hecho con las riendas del Valencia. Soler se ha medio retirado, ostentando todavía la mayoría de las acciones del club pero sin ningún poder efectivo sobre él. Todo el poder recae sobre el flamante consejero delegado Villalonga.
Villalonga se toma esto como un reto profesional: reflotar una empresa en crisis y llevarse la gloria (y la pasta). Veremos si lo consigue, un club de fútbol no son sólo números, son sentimientos. Ha aparecido a mediados de Julio, con Juan Sánchez desde hace meses planificando la temporada, con una apuesta clara por Unay Emery y con un proyecto definido. Ha llegado y ha fichado a Azkargorta como Director Deportivo dejando a Juan Sánchez en una complicada situación. Ha llegado y le ha ofrecido a Luis Aragonés (con contrato recién firmado con el Fenerbahçe) el banquillo ché dejando a Emery en una complicada situación. Eso sí, ha prometido que ni Villa ni Silva dejarán el club.
No parece ilógico que cuando un nuevo jefe llegue coloque a su alrededor a gente de su confianza, lo que no parece tan lógico es hacerlo de forma tan abrupta y radical, sobretodo en un club de fútbol en el que los meses de verano son tan importantes.
El Valencia, ya sea por una cosa o por otra, no acaba de encontrar estabilidad. Esperemos que esto sea sólo una entrada arrolladora y que en breve las aguas vuelvan a su cauce y Emery y sus chicos empiecen a dar resultados.
Villalonga se toma esto como un reto profesional: reflotar una empresa en crisis y llevarse la gloria (y la pasta). Veremos si lo consigue, un club de fútbol no son sólo números, son sentimientos. Ha aparecido a mediados de Julio, con Juan Sánchez desde hace meses planificando la temporada, con una apuesta clara por Unay Emery y con un proyecto definido. Ha llegado y ha fichado a Azkargorta como Director Deportivo dejando a Juan Sánchez en una complicada situación. Ha llegado y le ha ofrecido a Luis Aragonés (con contrato recién firmado con el Fenerbahçe) el banquillo ché dejando a Emery en una complicada situación. Eso sí, ha prometido que ni Villa ni Silva dejarán el club.
No parece ilógico que cuando un nuevo jefe llegue coloque a su alrededor a gente de su confianza, lo que no parece tan lógico es hacerlo de forma tan abrupta y radical, sobretodo en un club de fútbol en el que los meses de verano son tan importantes.
El Valencia, ya sea por una cosa o por otra, no acaba de encontrar estabilidad. Esperemos que esto sea sólo una entrada arrolladora y que en breve las aguas vuelvan a su cauce y Emery y sus chicos empiecen a dar resultados.
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