El traspaso de Oleguer Presas al Ajax

Quienes me conocen saben que hay cosas por las que no puedo permanecer callado, necesito argumentar y mostrar mi opinión por estar en contra de principios básicos que defienden esas teorías por las que me muestro bastante reacio. La primera de ellas es mezclar el fútbol con temas políticos. Lo sé: con menudo toro tengo que bregar. El mundo del fútbol está rodeado de política, y, si me apuran, viceversa. La otra como no tiene nada que ver con el deporte y sí de lo otro la omitiré por escribir donde escribo.

Parece ser que Oleguer ha decidido seguir siendo un futbolista valorado y con oportunidades, y ha dado el sí quiero a la oferta del Ajax de Ámsterdam para fichar por el conjunto holandés. El Barça podía recibir una cantidad de tres millones de euros más dos variables si el conjunto de Van Basten, ex técnico de la selección holandesa durante la Eurocopa, consigue meterse en plaza de Champions League.

Oleguer no aguanta más esta situación. Primero la del club: el Barça ha reforzado la línea defensiva y si el año que viene el canterano jugó poco, este año lo tendrá más complicado si cabe. Y como segundo escollo, y más complicado, es cómo era recibido Oleguer Presas en todos los campos de la Liga Española. Destaco la complejidad de este último porque si es complicado hacerse con un hueco en la línea defensiva del equipo de Pep Guardiola, más complicado es luchar contra la estupidez que puebla los campos de fútbol.

Lejos de pensar que Oleguer sea un jugador para un equipo como el Fútbol Club Barcelona, sí creo que se le ha tratado mal por sus ideas políticas, ideas que nada tienen que ver con el jugador cuando se viste con la camiseta azulgrana y salta al campo a trabajar de lo que le pagan – otro tema es el de Laporta donde en actos institucionales del club lanza proclamas políticas -. Estoy de acuerdo que es un personaje público – o más que eso siendo futbolista – y que cualquier declaración que haga un personaje público tiene que pensar que recorrerá España, Europa incluso el mundo, por lo que necesita pensar más en lo que dice. Pero jamás se le pude negar a nadie el derecho a pensar y hablar del tema que le preocupa, por muy en contra que estemos con sus ideas. El problema de Oleguer es que, como he dicho anteriormente, es un jugador diferente: con inquietudes fuera del campo de fútbol y con ideas políticas que no tiene por qué esconder aún siendo un personaje público. Eso le ha costado, no sólo los pitidos de toda España, sino algún que otro contrato publicitario de marcas que sí contratan a franquistas como Salva Ballesta pero no a independentistas como Oleguer Presas. Y así nos va.

Yo he aplaudido en muchas ocasiones a Oleguer Presas, y futbolísticamente también lo he criticado, porque tengo todo el derecho del mundo. También he debatido muchas veces en contra de sus ideas políticas, así como he creído oportuno darle la razón a favor de un comunicado que redactó el jugador hablando sobre un tema demasiado espinoso como para nombrarlo. En resumen, he sabido diferenciar a Oleguer como jugador de fútbol y profesional, de la persona que todo futbolista lleva dentro, aunque muchas veces parezcan robots programados para contestar siempre lo mismo. Lo que no han sabido hacer los cientos de miles de personas que en toda España le han pitado cada vez que el jugador se empleaba en su trabajo. Por eso se va a Holanda, a que le juzguen como jugador cuando está sobre el césped y no sobre sus ideas políticas. A que le dejen ser futbolista cuando se calza las botas de trabajo.

PD: a todos aquellos que decían que Oleguer era el ojito derecho de Laporta y que éste jamás podría vender un jugador como Oleguer porque les unen muchas cosas fuera del fútbol, les mando desde aquí un beso. Y ánimo: su sueño de trabajar para Marca puede hacerse realidad.