No hace tanto tiempo que el Valladolid era un clásico de Primera. Un equipo de los que siempre estaban ahí, de los de mitad de la tabla, de los que de vez en cuando daban un susto, de los que alguna vez se clasificaban para la UEFA.
Todo aquello pasó, cayó como cayeron la mayoría de los modestos, con muchas deudas, con muchos fichajes caros que demostraron ser inútiles, con dimisiones de directivas y ventas del club. Pero al final del túnel siempre hay una luz.
Apareció Carlos Suárez y compró el club, trajo a Caminero como director deportivo, años después trajo a Mendilíbar como entrenador y ficharon bueno, bonito y barato y trabajaron duro. Y fruto de ese trabajo llegó el ascenso. Y fruto de no perder el norte al subir a Primera llego la salvación. Y fruto de ello están un poquito más cerca de volver a ser un habitual en la máxima categoría.
Este año el equipo ha sufrido una baja importantísima, la de Joseba Llorente que, previo pago de la claúsula de rescisión, se fue al Villarreal. Para suplirle han llegado Goitom del Murcia y Ogbeche del Alavés y se confía muchísimo en Kike, procedente de la cantera y del que hablan maravillas por Pucela. En defensa se han hecho con Luis Prieto del Athletic y Nano del Betis. Y para el centro del campo las llegadas de Pedro León, Canobbio y Medunjanin han de dar un salto de calidad.
Un equipo modesto necesita un goleador de 10-12 goles por temporada para no pasar apuros. El Valladolid lo tenía el año pasado pero parece que este año tiene demasiadas promesas de goles y pocos goles en la realidad (ninguno de los tres delanteros se ha estrenado en Liga todavía). De momento se ha hecho bastante fuerte en casa donde no había perdido hasta esta última jornada. Desde luego, que Zorrilla sea un fortín será indispensable para salvarse un año más. Creo que tienen un buen centro del campo y es a partir de ahí desde donde han de crecer. A Mendilíbar le gusta jugar al toque y desde luego, jugadores no le faltan para ello. Esperemos que este año no pase tantos apuros como el año pasado y es que el Valladolid, por juego, casi siempre merece más puntos de los que consigue.
Todo aquello pasó, cayó como cayeron la mayoría de los modestos, con muchas deudas, con muchos fichajes caros que demostraron ser inútiles, con dimisiones de directivas y ventas del club. Pero al final del túnel siempre hay una luz.
Apareció Carlos Suárez y compró el club, trajo a Caminero como director deportivo, años después trajo a Mendilíbar como entrenador y ficharon bueno, bonito y barato y trabajaron duro. Y fruto de ese trabajo llegó el ascenso. Y fruto de no perder el norte al subir a Primera llego la salvación. Y fruto de ello están un poquito más cerca de volver a ser un habitual en la máxima categoría.
Este año el equipo ha sufrido una baja importantísima, la de Joseba Llorente que, previo pago de la claúsula de rescisión, se fue al Villarreal. Para suplirle han llegado Goitom del Murcia y Ogbeche del Alavés y se confía muchísimo en Kike, procedente de la cantera y del que hablan maravillas por Pucela. En defensa se han hecho con Luis Prieto del Athletic y Nano del Betis. Y para el centro del campo las llegadas de Pedro León, Canobbio y Medunjanin han de dar un salto de calidad.
Un equipo modesto necesita un goleador de 10-12 goles por temporada para no pasar apuros. El Valladolid lo tenía el año pasado pero parece que este año tiene demasiadas promesas de goles y pocos goles en la realidad (ninguno de los tres delanteros se ha estrenado en Liga todavía). De momento se ha hecho bastante fuerte en casa donde no había perdido hasta esta última jornada. Desde luego, que Zorrilla sea un fortín será indispensable para salvarse un año más. Creo que tienen un buen centro del campo y es a partir de ahí desde donde han de crecer. A Mendilíbar le gusta jugar al toque y desde luego, jugadores no le faltan para ello. Esperemos que este año no pase tantos apuros como el año pasado y es que el Valladolid, por juego, casi siempre merece más puntos de los que consigue.
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