El Almería completó la temporada pasada un año histórico. Debutó en Primera y se salvó fácil acabando la Liga en la mitad alta de la tabla, tan arriba que si se hubiera inscrito era el equipo español que tenía derecho a jugar la Intertoto en vez del Depor que quedó un par de puestos por detrás.Como viene siendo habitual en el éxito de los modestos todo se basa en no perder la cabeza con los gastos y en acertar con los fichajes. El Almería llevaba ya unos años consolidado en Segunda cuando decidió intentar el salto a Primera de la mano de Unay Emery. Y lo consiguió brillantemente. El objetivo la temporada pasada era mantenerse pero el gran acierto en los fichajes (Negredo, Diego Alves...) y el buen hacer del entrenador le dio para realizar, por segundo año consecutivo, una temporada brillante. Pero Emery ya no está. Fichó por el Valencia.
Gonzalo Arkonada, después de ascender al Numancia, decidió probar suerte en el Almería. El reto era difícil pues la sombra de Emery es alargada. Se trajo a Julio Álvarez del equipo soriano, gratis, y se fichó a los argentinos Piatti, Solari y Perellano, al brasileño Míchel (se habla de él como un nuevo Daniel Alves) y a los jovencísimos Chico y Nieto, todos jóvenes, baratos y con gran proyección. En teoría Piatti llega con algo más de cartel y debería aportar algo más. El resto vienen a completar la plantilla y a dar, en poco tiempo, el salto de calidad. La directiva ha conseguido además que ninguno de sus mejores jugadores abandone el equipo supongo que con algún esfuerzo económico extra.
El equipo ha empezado la temporada igual que acabó la anterior, enchufadísimo y suma ya, en 6 jornadas nada menos que 11 puntos que le aúpan a la sexta posición. Parece pues, que un año más, no será de los candidatos al descenso y que ha conseguido, aún con el cambio de entrenador, no desviarse del camino que marcaron el año pasado.
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