viernes, 28 de marzo de 2008

Alfredo Relaño y la venta de humo

Saben los que me conoce que mi relación - de escritor a lector - sobre la prensa deportiva escrita en este país, desde la ciudad condal hasta la capital, es cuanto menos difícil por decirlo de alguna manera. Los que escriben para alabar inútil y ciegamente al equipo del cual soy seguidor me sonroja, y los que, por el contrario, escriben para desacreditar de la manera más estúpida a ese mismo equipo me dan carcajadas nerviosas. Junto con un poco de vergüenza ajena.
Como siempre hay una excepción que no hace más que confirmar la regla, pero aún demostrando esa confirmación me gusta esa excepción y la sigo y leo diariamente: Alfredo Relaño, director del periódico deportivo del grupo PRISA, AS.

Dicho esto y advirtiendo mi admiración hacia el que considero el mejor periodista deportivo de nuestro país, he de decir que hoy, en su artículo diario en su periódico, y como diría un castizo sin pelos en la lengua: me la ha cagado.
Y aprovechando que desde aquí tengo vía libre me gustaría escribir algo a Alfredo Relaño en relación al artículo en cuestión:

Respecto a su artículo de hoy, Don Alfredo, me parece poco ético que justifique la venta de humo en su periódico, y supongo que en los restantes, con el tema de la selección nacional. Las justificaciones, aunque son del todo ciertas - hemos ganado a selecciones como Inglaterra, Argentina, Francia e Italia; aunque no se explica cómo y dónde - no me parece que basten para su afirmación final. Me recuerda, en menor medida, a las palabras de un José María Del Nido, como sabrá presidente del Sevilla FC, el cual justificaba una palabra tan horrible, uno de los defectos más feos del ser humano, sólo con el estado de forma de sus jugadores y la gran trayectoria de la primera plantilla del club que preside. La actitud es prepotencia, y sus palabras fueron algo así como: "es normal que el Sevilla sea prepotente porque los resultados lo justifican". Situación que por cierto sacaron en primera plana en la web de su periódico, en letras bien grandes, negras, como un hecho insólito y una frase que se salía de madre. Lógico, porque cualquier hecho utilizado como justificación frente a una actitud prepotente y una filosofía de vender humo por parte de la prensa deportiva de este país, por ejemplo, me parece lamentable. Como les pareció a ustedes la prepotencia, pero ahora no lo de vender humo.

Esta manera de hacer periodismo sólo tiene un beneficiado: los periódicos gracias a sus ventas masivas por vendernos películas de ciencia ficción como si fueran basadas en hecho reales. Las otra parte sale perjudicada: los lectores y seguidores de algún equipo de fútbol o de la selección. Como yo. En este caso a los que queremos ver algún día a la roja hacer algo grande en alguna competición importante. Se nos quiere hacer creer cosas que ni el que la escribe se las cree. Se nos quiere engañar. ¿Qué otra finalidad tiene lo de vender humo si no es para engañar al que lo lee y hacerle creer lo que no es?. Pero de eso nosotros tenemos buena parte de culpa: hay quien todavía se cree que Vieira va a fichar por el Real Madrid y Lampard por el Barça, noticias que cada verano aparecían en titulares y portadas, con justificaciones tan poco creibles como que la mujer del inglés tiene familia en Barcelona. Noticias que atraen, que justifican el euro que vale su periódico. Así que quien todavía compre como algo sólido esa humareda tiene parte de culpa. El resto la tiene el vendedor, el que pretende o consigue engañar. Su periódico, vamos.

Por eso, después de seguir mi rutina matutina y leer su artículo, me he quedado de piedra al comprobar que la venta de humo no es algo de lo que se avergüence. Todo lo contrario, lo justifica. No me lo esperaba, sinceramente, creía que para ustedes era un negocio que no querían abandonar y que podían justificar noticias sorprendentes que se convierten en mentiras alegando relación con el representante del jugador en cuestión que quiere fichar por el club del cual tienen un infiltrado en la junta directiva. Lo cual, si es mentira me parece poco ético, pero mucho menos que vender humo y aceptarlo como parte del mundo del fútbol. Como la filosofía de un periódico importante y seguido como el suyo. Encuentro que hay mejores formas de mantener el prestigio optenido. Y como manera de alimentar la euforia y el entusiasmo de los seguidores de la selección española no me parece positiva, todo lo contrario.

No nos vendan humo, háblenos de realidades y de noticias verídicas, no de supuestos fichajes, que para soñar ya lo hacemos con las chicas de la contraportada. Queremos saber de verdad qué ocurre en el fútbol, en los clubs y en la selección. Sin euforias artificiales ni intereses económicos para su periódico, y mejor no hablar de su grupo empresario que, urgando más, podemos sacar más intereses de los que pueda parecer.
Se lo pido a usted que junto a Miguel Rico - que como sabrá lo depuraron en uno de los tebeos de la ciudad condal - es de los pocos que se libra de la quema. Me gustaría que su periódico fuese como usted en la mayoría de ocasiones: una excepción positiva.

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