El Lunes, después de la derrota del Zaragoza contra el Levante, y con una racha de cuatro derrotas consecutivas, Javier Irureta dimitió de su cargo como entrenador del Real Zaragoza.
Tras la destitución de Víctor Fernández el club confió en Ander Garitano, el ex-jugador entrenaba a los juveniles del club y era su primera oportunidad con un banquillo de nivel. Duró una semana. Muy raro debió ver el vestuario para que, ante la oportunidad de su vida, saliera huyendo 7 días después de aceptar el cargo. Entonces se cambió el perfil del entrenador, se buscó experiencia en Primera y se optó por Irureta para reconducir el barco maño. Además, se vendió a San Lorenzo de Almagro a D'Alessandro que había protagonizado diversas polémicas durante el año. Parecía que el vasco tenía el camino allanado para que el Zaragoza volviera a triunfar.
Siete partidos después, una victoria, dos empates y cuatro derrotas, Irureta no se veía capacitado para salvar al club del descenso. Deja el equipo empatado a puntos con el 18º que da billete directo a Segunda y con una sensación de impotencia y de vestuario incontrolable que no tiene muy buena pinta. Para sustituirlo llega Manolo Villanova, hasta ahora entrenador del Huesca de 2ªB, que luchaba, por segundo año consecutivo, por meterse en los playoffs de ascenso.
Aunque por experiencia en Primera es del perfil de Garitano, por edad no. Villanova se convierte con 65 años en el entrenador más veterano de la categoría. Apuesta por un 4-1-4-1 que le viene dando éxitos en el Huesca y por una filosofía de trabajo y sacrificio en un vestuario quizás acomodado tras el éxito del año pasado. Esperemos que tenga suerte y logre salvar a un Zaragoza que aspiraba a luchar por entrar en Champions este año.
Tras la destitución de Víctor Fernández el club confió en Ander Garitano, el ex-jugador entrenaba a los juveniles del club y era su primera oportunidad con un banquillo de nivel. Duró una semana. Muy raro debió ver el vestuario para que, ante la oportunidad de su vida, saliera huyendo 7 días después de aceptar el cargo. Entonces se cambió el perfil del entrenador, se buscó experiencia en Primera y se optó por Irureta para reconducir el barco maño. Además, se vendió a San Lorenzo de Almagro a D'Alessandro que había protagonizado diversas polémicas durante el año. Parecía que el vasco tenía el camino allanado para que el Zaragoza volviera a triunfar.
Siete partidos después, una victoria, dos empates y cuatro derrotas, Irureta no se veía capacitado para salvar al club del descenso. Deja el equipo empatado a puntos con el 18º que da billete directo a Segunda y con una sensación de impotencia y de vestuario incontrolable que no tiene muy buena pinta. Para sustituirlo llega Manolo Villanova, hasta ahora entrenador del Huesca de 2ªB, que luchaba, por segundo año consecutivo, por meterse en los playoffs de ascenso.
Aunque por experiencia en Primera es del perfil de Garitano, por edad no. Villanova se convierte con 65 años en el entrenador más veterano de la categoría. Apuesta por un 4-1-4-1 que le viene dando éxitos en el Huesca y por una filosofía de trabajo y sacrificio en un vestuario quizás acomodado tras el éxito del año pasado. Esperemos que tenga suerte y logre salvar a un Zaragoza que aspiraba a luchar por entrar en Champions este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario