
Lo primero fue traer de nuevo al entrenador que llevó al club a las más altas cotas futbolísticas de los últimos tiempos: Víctor Fernández. A partir de ahí, con la filosofía de un entrenador al que gusta jugar rápido, con el balón y al toque había que traer jugadores de calidad. El año pasado se fichó a Aimar, D'Alessandro, Diogo, Diego Milito... y se construyó un equipo de mucha calidad individual y con ese toque argentino de garra y de no rendirse que caracteriza a los sudamericanos. El equipo estuvo muchas jornadas en la lucha por la Champions pero al final se tuvo que conformar con la UEFA. El primer paso estaba dado, dar el salto de calidad que les permitiera volver a Europa.

Una plantilla para estar entre los grandes y que no tiene nada que envidiar a equipos como Valencia, Atlético de Madrid o Villarreal y que a buen seguro estará luchando con ellos por un puesto que les permita participar la próxima temporada en la máxima competición europea.
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