
Dos años después la historia se repite. Piqué, un central de las categorías inferiores del Barça, ficha por el primer equipo del Manchester United de la mano de Sir Alex Ferguson. Eso ya no es un hecho insólito e hizo temblar no sólo a la directiva azulgrana sino también a la de los demás equipos españoles. Los equipos de la liga, acostumbrada a hacer debutar gente de la cantera cuando éstos rozan la mayoría de edad, veían con temor la nueva moda de los equipos de la Premier League, filosofía en la que se confía mucho más en los jóvenes.
La experiencia de Piqué en las islas no ha sido tan afortunada como la que está siendo Cesc, el central nunca ha sido titular indiscutible e incluso el año pasado jugó en el Zaragoza cedido por los diablos rojos, aún así su salida dolió igual. Es por eso que el fichaje de Piqué, aparte de ilusionarme, me parece justo. El destino ha querido que el Barça pueda redimirse con Piqué: el central, nieto de un ex directivo del equipo culé, llega por cinco millones de euros, precio asequible tal y como está el mercado; su negociación ha sido fácil dadas las pocas dificultades que ha puesto el equipo de Manchester y las buenas relaciones entre los dos equipos; refuerza una posición que se queda coja tras la lesión de Milito, el adiós de Thuram y la posible venta de Rafa Márquez; y lo mejor de todo es que viene fogueado, después de jugar en un grande como es el Manchester United, jugar en la primera división de la liga española con el Real Zaragoza y ser capitán y líder de la zaga de la selección española Sub’21.
Con Cesc será más complicado, por no decir que casi imposible. Con Piqué se puede decir que al Barça le fue bien que el joven central un día decidiera irse a Manchester a intentar triunfar. Y si no, imaginemos dónde estaría ahora mismo Piqué si no llega a ser fichado por el equipo inglés en su día, seguramente sería uno de los muchos que salen con más pena que gloria de las categorías inferiores de los equipos de la primera división eclipsados por jugadores extranjeros que cuestan diez veces más. Pero no siempre más buenos.
Y siguiendo con el tema, una última hora apunta que Pep Guardiola ha pedido el fichaje del internacional Sergio García para reforzar el ataque del nuevo Barça. Otro que puede volver fogueado y con un corte de pelo más discreto.
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